MADRID 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
Dos hermanos de unos 25 años y nacionalidad rumana perdieron la vida a primera hora de la mañana cuando el vehículo en el que viajaban, un Golf GTi, golpeara contra un poste de hormigón en el kilómetro 1 de la N-224, a la altura de Tielmes.
Alrededor de las 9.00 horas los efectivos del 112 recibieron una llamada en la que se alertaba de la presencia de un automóvil empotrado contra un poste de teléfono.
Hasta el lugar de los hechos se desplazaron dos dotaciones de bomberos de la Comunidad de Madrid, miembros de la Guardia Civil y un Vehículo de Intervención Rápida (VIR) del Summa, que sólo pudo certificar la muerte de los dos jóvenes atrapados en el coche. Los bomberos procedieron a liberar los cadáveres del amasijo de hierros una vez que contaron con la debida autorización de la Guardia Civil.
La brutalidad del golpe fue tal que hizo que el poste de hormigón, contra el que golpeó la mitad del lateral derecho, donde se sentaba el acompañante, entrara hasta la altura del asiento del conductor, explicaron fuentes de Emergencias 112-Comunidad de Madrid.
Las autoridades siguen investigando las causas por las que el coche impactó contra el poste cuando los jóvenes salían de una curva entrando hacia la localidad de Tielmes.
Un compañero de trabajo de los fallecidos y su hijo aseguraron hoy, en declaraciones a Europa Press, que eran "dos hermanos muy jóvenes y muy trabajadores", residentes en la localidad madrileña de Valdilecha, y apuntaron que probablemente se dirigían a trabajar en el momento del accidente.
David explicó que se encontraba en Tielmes cuando vio llegar a la Guardia Civil, quien le comunicó que un Golf había tenido un accidente de tráfico a la salida del pueblo. Por los datos aportados por la Benemérita, y dado que coincidía con la hora a la que acudían habitualmente al trabajo, decidió acudir al lugar del accidente ya que creyó que se podía tratar de estos dos jóvenes compañeros de trabajo.
Posteriormente, acompañó a la Guardia Civil hasta el domicilio donde residían los familiares de los jóvenes rumanos, que llevaban tres años viviendo en España, y donde tuvieron que atender a mujer que se mareó y desmayó tras conocer la noticia.