AMPL.- La red de estafadores trató de embolsarse 7 millones con pagarés del traspaso del jugador Zigic

Europa Press Nacional
Actualizado: lunes, 5 abril 2010 23:08

BARCELONA/SANTANDER 5 Abr. (EUROPA PRESS) -

La red de estafadores desarticulada en Barcelona por la Policía Nacional presuntamente trató de embolsarse 7,2 millones de euros con una operación fraudulenta con pagarés del traspaso del jugador del Racing Club de Santander Nikola Zigic al Valencia CF en 2009.

Según informaron a Europa Press fuentes cercanas a la investigación, el grupo intentó comprar al club dos pagarés "completamente legales" del traspaso del jugador serbio al Valencia CF, con los que los detenidos trataron de estafar 7,2 millones, aunque no lo consiguió debido a las condiciones que imponía el club.

En declaraciones a Europa Press, fuentes del club cántabro aseguraron que los hechos se produjeron en julio de 2009, cuando el Racing intentaba descontar dos pagarés emitidos por la venta del futbolista, para lo que se puso en contacto con bancos y cajas, así como con numerosos particulares.

A través de terceras personas, el club conoció la existencia de dos interesados en la operación, que viajaron a Santander y llegaron con ellos a un principio de acuerdo. Tras nombrar abogados en la capital cántabra, con los que a partir de entonces negoció el Racing, se acordó acudir a un notario para cerrar la operación.

El club puso como condición que la entrega del dinero y el ingreso del pagaré fuera simultáneo, pero cuando ambas partes quedaron para ir al notario, los miembros de la red avisaron de que había un problema con la entidad bancaria de Nueva Zelanda con la que decían trabajar y que el ingreso del dinero lo harían 48 horas después.

El Racing se negó entonces a formalizar la operación, a lo que ellos contestaron que llamarían en unos días, lo que no volvieron a hacer. Fue tres semanas más tarde cuando la Policía Nacional de Barcelona se puso en contacto con el club para avisarles de lo que ocurría.

La Policía, en colaboración con la Agencia Tributaria en Catalunya, detectó que el máximo responsable del grupo disponía de 29 cuentas bancarias en 16 entidades de crédito, y descubrieron entradas de dinero de más de 13 millones que al cabo de unos días volvían a salir, desapareciendo en el entramado de sociedades pantallas o en paraísos fiscales.

La investigación también se centró en una sociedad pantalla relacionada con la red que introdujo en España un trailer cargado de 17 palés de tabaco de importación no declarado en la aduana.

El máximo cerebro de la red --el resto de detenidos eran meros colaboradores-- y su esposa llevaban un elevado nivel de vida a pesar de no declarar ingresos ni propiedades a la Hacienda Pública y sus sociedades declaraban pérdidas todos los años.

Así, todas sus propiedades inmobiliarias y sus numerosos coches de alta gama figuraban a nombre de sociedades pantalla.

Para blanquear dinero, la trama lo enviaba a paraísos fiscales en cuentas a nombre de dichas sociedades pantalla, y la cantidad desviada podría ascender a varios millones de euros, según constató la Policía.

En la operación, la Policía detuvo a cuatro personas, entre ellas el máximo responsable y cerebro de la red, y efectuaron un registro domiciliario, incautándose de documentación relacionada con los fraudes, cinco vehículos de lujo, cuatro viviendas en varias localidades catalanas, 45.000 euros en efectivo y numeroso material informático.

Los cuatro detenidos son españoles, y el cabecilla, de 40 años, vivía en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), donde se efectuó el registro. Los otros tres detenidos, meros colaboradores, tienen respectivamente 33, 60 y 61 años.

Según la Policía, la trama llegó a estafar más de 20 millones de euros con el cobro fraudulento de cheques bancarios y la simulación de páginas web de entidades bancarias internacionales para cobrar trasferencias e inversiones en diversos países europeos.

La investigación, que se realizó en cuatro fases, se inició a principios de 2009 tras recibir varias denuncias por la sustracción y posterior cobro fraudulento de cuatro cheques, por un importe de 100.000 euros, de una cuenta bancaria de una empresa, aunque se presume que los fraudes de este grupo se remontan a 1999.

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