MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Grupo de Investigación del Puesto de Tres Cantos, han detenido a los nueve integrantes de una banda de butroneros a la que se atribuyen 18 robos en todo el territorio nacional, así como a otros cuatro ciudadanos de origen chino que se encargaban de vender la mercancía en un local comercial en Madrid.
Los detenidos, de origen rumano y con edades comprendidas entre los 22 y los 36 años, se dedicaban al atraco de establecimientos por el procedimiento del butrón --consistente en abrir un agujero en la pared-- y están acusados de la comisión de 18 delitos, la mayoría robos con fuerza en estancos, esclarecidos en el marco de la operación 'Boquete'.
Dicha operación comenzó el pasado mes de noviembre, al producirse un robo por el procedimiento del butrón en la localidad de Tres Cantos (Madrid), donde los ladrones lograron un botín de 42.000 euros. Tras realizarse la oportuna inspección ocular en el local, los agentes obtuvieron indicios suficientes para presumir que los autores volverían a realizarlo, por lo que montaron una vigilancia discreta en el entorno del estanco.
Diez días después, se detectó la presencia en la zona de un vehículo ocupado por tres ciudadanos rumanos a los que se les sorprendió realizando el butrón que les daría acceso nuevamente al estanco y que propició su detención, iniciándose de esta manera la identificación de algunos de los integrantes de esta organización criminal que permitió a los agentes desengranar toda la estructura delincuencial de la misma.
La técnica empleada habitualmente por esta organización consistía en la selección del local donde se iba a actuar, obteniendo la información de un miembro de la banda, que se encargaba de realizar las vigilancias al establecimiento y apuntar las medidas de seguridad con las que contaba. El lugar seleccionado debía reunir una serie de requisitos, siendo imprescindible que contara con un local anexo que permitiese efectuar el butrón para acceder.
Así, mientras perpetraban el robo, utilizaban inhibidores de frecuencia para neutralizar las alarmas, al mismo tiempo que dos o tres miembros del grupo permanecían en el exterior realizando tareas de vigilancia. En este sentido, los detenidos tomaban fuertes medidas de seguridad, viajaban por rutas diferentes y solo se reunían momentos antes de cometer el robo en el lugar elegido.
BLANQUEO DE DINERO A TRAVÉS DE UN 'CHINO'
Además, fruto de las indagaciones efectuadas por los agentes de la Guardia Civil, se averiguó que los integrantes del grupo encargado de los robos 'colocaba' la mercancía en una tienda regentada por ciudadanos chinos ubicada en el barrio de Villaverde (Madrid), donde vendían el género y blanqueaban el dinero procedente de esta actividad con la cobertura de una tienda de alimentación.
Tras realizarse un registro en este local y en un domicilio de los receptadores, así como en el vehículo de los ahora detenidos, fueron descubiertos un total de 211 cartones de tabaco y 5.475 cajetillas de tabaco de distintas marcas, así como más de 50.000 euros en efectivo, encontrándose parte de este dinero camuflado entre cartones de tabaco y gominolas almacenadas en el interior de la tienda.
A su vez, se realizaron cinco registros domiciliarios en las localidades de Torrejón de Ardoz, Alcorcón y Guadalajara, donde se intervinieron abundantes efectos procedentes de los robos más recientes. Se catalogaron 662 perfumes de alta gama, numerosos productos de cosmética, ropa deportiva, ordenadores, cámaras de video, cámaras de fotos, 3.500 euros, abundante herramienta y objetos para cometer los robos y un total de seis vehículos.
Los detenidos son nueve ciudadanos de origen rumano, con edades comprendidas entre los 22 y los 36 años, y cuatro ciudadanos chinos, los cuales tienen 42, 39, 25 y 19 años.
Las autoridades judiciales competentes han decretado el ingreso en prisión de siete miembros de la banda, la incoación de dos expedientes de expulsión para dos ciudadanos chinos y el cierre de la tienda de alimentación desde la que se blanqueaba el dinero obtenido ilícitamente. La Guardia Civil continúa el estudio de los objetos recuperados, por lo que no se descarta la imputación de nuevos delitos.
