GIRONA, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
El centro de menores de Sant Llorenç de la Muga (Girona) en el que presuntamente se infringió maltratos a varios internos de nacionalidad suiza funcionaba sin ningún tipo de permiso y sin que el Ayuntamiento de la localidad tuviera conocimiento de las actividades que se desarrollaban.
De hecho, según el alcalde de Sant Llorenç, Manel Jesús Sánchez,
"nunca habíamos sospechado nada de las actividades que allí se llevaban a cabo", ya que, desde que hace unos años una pareja suiza alquiló la masía, la finca había superado dos inspecciones sorpresa sin que se detectara ninguna anomalía.
En declaraciones a Europa Press, Sánchez aseguró que en el pueblo suponían que en la masía, que carece de corriente eléctrica y se abastece de agua de un pozo, se desarrollaban "actividades neorurales", ya que tenían "caballos, cabras y un huerto", pero jamás sospecharon que acogiera un centro de acogida, ya que "carecía de condiciones".
El Ayuntamiento decidió hace un año poner en marcha una primera inspección al observar que en la masía se estaban realizando obras sin permiso. Las obras se paralizaron, y pocos meses después se volvió para comprobar que no se habían realizado nuevas modificaciones. En ninguno de los dos casos se observó nada extraño.
Según el alcalde, al matrimonio formado por Lorena Elizabeth B., de 30 años y nacionalidad italo-suiza y Armin Markus S., de 44 y nacionalidad suiza, que estaba empadronado en el pueblo, se unió hace "un par de veranos", Raymond N., de 60 años y nacionalidad francesa.
Por su parte, la delegada del Gobierno en Girona, Pia Bosch, anunció esta mañana que todos los internos, que tienen entre 14 y 16 años, han regresado ya a sus casas, excepto uno, que permanece tutelado por al Generalitat a la espera de que su familia pase a recogerlo.
