MELILLA, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil de Melilla descubrió hoy en la frontera con Marruecos a un subsahariano oculto en un doble fondo de un coche, en el lugar del depósito de combustible, y detuvo al conductor, que se dio a la fuga a la carrera, pero pudo ser interceptado y detenido, según informó hoy un portavoz del Instituto Armado, quien aseguró que la vida del inmigrante "corrió serio peligro por la falta de oxigeno, emanación de gases e impregnación de gasoil en sus ropas".
Los hechos ocurrieron en la Aduana de Beni-Enzar, cuando un vehículo procedente de Marruecos, de la marca Mercedes, de color gris, modelo 300 D, de matrícula española, ocupado por una sola persona, se sometió a registro selectivo y rutinario por los agentes actuantes.
Según narró el portavoz de la Guardia Civil, al solicitar los agentes al conductor que abriese el maletero, y apreciar cierta anomalía que levantó sospechas a los guardias, se requirió a su conductor que aportase su documentación personal, momento en que "de forma inopinada y repentina emprendió veloz huida hacia Melilla, consiguiendo darle alcance tras emprender su persecución a la carrera, antes de que abandonase el recinto aduanero".
A la vista de los hechos, los guardias procedieron a realizar un examen exhaustivo, localizándose tras la retirada del asiento trasero, en el lugar donde debía ir el depósito de combustible que había sido cortado, a una persona de origen subsahariana, completamente aprisionada, boca arriba y en posición fetal, con la respiración entrecortada y agitada, que fue auxiliada a salir.
En el momento de la extracción, los agentes actuantes notaron que la ropa que vestía el inmigrante estaba completamente mojada desde la cintura hasta los pies, y que por el olor era gasoil procedente de una pequeña garrafa que habían instalado como medio de combustión del vehículo, al haber retirado y cortado el depósito para construir el doble fondo.
El portavoz policial subrayó que el fuerte olor a gasoil, y la emanación de gases que se produjo en un habitáculo de tan reducidas dimensiones, junto a la falta de oxigeno, "puso en peligro cierto la vida de esta persona, a la que tuvieron que realizar primeros auxilios, y una vez estabilizada en sus constantes respiratorias, fue trasladada a Servicio de Urgencias donde recibió asistencia médica, fuera de peligro, y sin que se le apreciasen lesiones graves".
El conductor del vehículo, es un ciudadano español, natural y vecino de Melilla, de 39 años de edad, que atiende a las iniciales R.T.M., que pasará a disposición judicial como supuesto autor de un delito contra los derechos ciudadano extranjeros, conocido coloquialmente como "tráfico de inmigrantes". El inmigrante es un varón, de 22 años de edad, de origen subsahariano, indocumentado que dice proceder de Burkina Faso, será puesto a disposición judicial en calidad de testigo, y posteriormente entregado al Cuerpo Nacional de Policía a efectos de aplicación de la legislación vigente en materia de extranjería, que establece su expulsión de España, aunque rara vez se puede cumplir.
