Detenidos 15 miembros de una red en la que colaboraban responsables de concesionarios de coches y directores de banco

Actualizado: martes, 8 julio 2008 15:51

MADRID, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -

Agentes de Policía Nacional han detenido 15 miembros de una red de estafadores en la que colaboraban cuatro responsables de un concesionario de coches, dos directores de bancos y nueve ciudadanos brasileños que solicitaban préstamos personales para la adquisición de vehículos.

Según informó hoy la Jefatura Superior de Policía, en el marco de esta operación los investigadores han detectado hasta 28 expedientes falsificados, de los que han logrado recuperar una docena. Tras los arrestos se han logrado recuperar una docena de vehículos; tarjetas, permisos y cartas de identidad falsificadas y 4.000 euros en metálico. Los detenidos han sido ya puestos a disposición judicial.

Las investigaciones comenzaron hace un mes, cuando agentes de la Brigada Provincial de Extranjería tuvieron conocimiento de la existencia de irregularidades en la concesión de créditos y posteriores ventas de coches, en un concesionario de la capital.

Al parecer, los coches eran vendidos a terceras personas y más tarde se reclamaban a éstos por parte de la empresa de venta de vehículos con la excusa de que la documentación era falsa.

De acuerdo con las diligencias policiales, tras indicios y sospechas de estafa continuada en un concesionario, los agentes solicitaron a su gerente copia de los expedientes de ventas realizadas a ciudadanos portugueses, con el fin de comprobar la autenticidad de los documentos aportados por los compradores.

CRÉDITOS PERSONALES

Se estudiaron 31 de ellos y, con ayuda de la Unidad de Falsedades Documentales de la Comisaría General de Extranjería, se detectaron hasta 28 falsificados. Las compras habrían sido a mano de ciudadanos brasileños con tarjetas de identidad falsas, portuguesas.

Se detectó que en todos estos expedientes, sus titulares habían formalizado las peticiones de créditos personales en dos sucursales bancarias. Al parecer, sus responsables, en connivencia con los responsables del concesionario, gestionaban los mismos con facilidad y, a cambio, obligaban a contratar otros productos bancarios, siempre con la documentación falsificada.

Una vez que los vehículos estaban en posesión de los compradores y, transcurrido un tiempo en el que normalmente eran vendidos a terceras personas, llegaba la reclamación por parte del concesionario.

En ella, alegaban que se había descubierto que la primera adquisición se había producido con documentación falsa y requerían que se les entregaran los vehículos manifestándoles que ellos se hacían cargo del pago. Obviamente, la empresa vendedora no materializaba después este pago y el crédito quedaba pendiente con la documentación falsa.