Detenidos cinco nigerianos que compraban artículos por Internet con tarjetas de crédito falsas

Actualizado: miércoles, 30 julio 2008 14:19

Las víctimas eran clientes de bancos extranjeros, casi siempre franceses y alemanes

MADRID, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -

Agentes de Policía Nacional han detenido a cinco ciudadanos nigerianos integrantes de un organización dedicada a la compra fraudulenta de todo tipo de productos por Internet, que pagaban con tarjetas de crédito "dobladas" a víctimas extranjeras.

Según informó hoy la Jefatura Superior de Policía de Madrid, los arrestados son Destiny O., de 30 años; Bright O., de la misma edad; Tunde O., de 27; Samuel A.., de 24, y Frank A.., de 23. Todos ellos están acusados de los delitos de falsificación de moneda y asociación ilícita.

Las investigaciones comenzaron cuando el Grupo 8º de la Policía contactó con los servicios de seguridad de medios de pago y con empresas de reparto de paquetería. Gracias a la colaboración de ambos, los agentes conocieron el modo de operar de los delincuentes.

El estudio de las compras fraudulentas permitió conocer la identidad de los titulares y qué bancos habían emitido esas tarjetas de crédito, normalmente entidades bancarias con sede en el extranjero, sobre todo de Alemania y Francia.

El verdadero titular no recibía la comunicación de las compras hasta pasados unos meses, por lo que los sospechosos disponían de un margen de tiempo que rondaba los tres meses para "quemar" la tarjeta. Por este mismo motivo, éstas eran de crédito y no de débito, de modo que los pagos se efectuaran a meses vencidos.

Los datos de las tarjetas de crédito se los compraban a 'hackers', quienes los obtienen mediante todo tipo de intrusismos en la red: a servidores de entidades financieras, páginas web, comercios on line, o incluso a ordenadores privados.

Una vez en su poder los datos de las tarjetas, efectuaban compras con cargo a las mismas. La dirección y persona de contacto que daban para la entrega eran siempre falsas. A veces, ofrecían un domicilio ficticio, para posteriormente recoger los artículos en la sede de la empresa de reparto. También esperaban a pie de calle, a la puerta de un local o empresa, y firmaban el albarán de entrega con datos y documentos falsos.

Todos estos artículos eran finalmente vendidos a terceros, a través de receptadores o mediante la nueva utilización de Internet, con páginas de compras de segunda mano y oportunidades.