MADRID 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
Una exsubdirectora de Tratamiento de la prisión madrileña de Soto del Real ha declarado en el juicio que se celebra contra Miguel Ángel P.F. que en la época en la que trabajaba en el centro penitenciario había sospechas de más casos de acoso sexual a presas anteriores a las cuatro denuncias de las internas que le delataron en 2009.
La Audiencia Provincial de Madrid ha celebrado la segunda sesión de la vista oral contra este exfuncionario de prisiones que se enfrenta a 42 años de cárcel por abusar de cuatro internas al menos durante los años 2007 y 2009. Se le imputan varios delitos continuados de abuso de su función y de cuatro delitos de agresión sexual.
En su declaración, la exsubdirectora de Tratamiento Clara Soler ha desmontado la versión del procesado de basar las denuncias en la animadversión de las reas hacía él por descubrir una trama dentro de la prisión de introducción de material informático a manos de una supuesta banda de narcotraficantes.
"Eso no se produjo", ha contestado la exdirectora al ser preguntada sobre la posibilidad de que el acusado tuviera conocimiento de la existencia de una red que introducía en la prisión ordenadores. Además, ha relatado que las denunciantes no se conocían entre ellas, ya que estaban en módulos diferentes, y ha destacado su buen comportamiento, lo que las llevó a ocupar puestos de confianza dentro de la cárcel.
Al ser preguntada sobre si conocía más casos, la testigo ha indicado que "había comentarios" de que podría haber más chicas víctimas del procesado. Fuentes jurídicas han señalado en los pasillos que muchas de ellas no denunciaron por miedo, ya que tener una remuneración dentro de la prisión es esencial para sobrevivir.
Al igual que otros funcionarios que han comparecido en el juicio, la mujer ha destacado ante el tribunal que dio credibilidad a los testimonios de las denunciantes, puesto que eran correctos muchos de los datos que aportaban.
En la sesión de ayer, el acusado aseguró en repetidas ocasiones que "nunca" abordó a las internas que la denunciaron, ni las acosó ni las tocó ni las solicitó o agredió sexualmente. Incluso apuntó que a algunas de ellas ni las conocía y que a Miositi "le echó la bronca por los malos tratos verbales que daba a sus compañeras".