El grupo de elite de los Mossos exporta una nueva técnica de registro con escudos

Actualizado: viernes, 30 octubre 2009 19:42

SABADELL (BARCELONA), 30 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Grupo de Intervención Especial (GEI) de los Mossos d'Esquadra es el creador de una nueva técnica especializada de registros con escudos en viviendas, que ya aplican buena parte de los cuerpos de seguridad de elite de los países occidentales, situándose como uno de los grupos de intervención más importantes.

"Estamos en el mejor nivel que se puede desear", explicó el inspector jefe del GEI, Marc Caparrós, quien destacó que comparten formación y entrenamiento con los principales cuerpos de elite y que contribuyen al diseño de nuevas técnicas para estos grupos especializados.

El GEI, que este año celebra su vigésimo aniversario, fue una de las primeras unidades creadas de los Mossos d'Esquadra, ya que asumieron una de las primeras competencias en materia de seguridad adquiridas por Catalunya, la seguridad en prisiones.

Este grupo de máximo nivel de especialización interviene en situaciones con rehenes, en domicilios con personas armadas, en la protección de autoridades en riesgo y en complicaciones especiales que requieran de su efectividad, ya que son capaces de entrar y controlar una vivienda en siete segundos.

El 80 por ciento de su labor es el entrenamiento continuado que incluye la preparación física así como la psicológica y que normalmente realizan en campos militares, aunque desarrollan unas 110 intervenciones al año.

Actualmente, el grupo cuenta con una treintena de efectivos para toda Catalunya, ya el coste en formación y equipamientos de estos especialistas en protección de alto riesgo es muy elevado.

En la última convocatoria para entrar a formar parte de esta unidad se presentaron más de 300 candidatos, de los cuales tras una primera selección mediante pruebas físicas y psicológicas quedaron unos 50 efectivos que tuvieron que hacer frente a 15 días de aislamiento en los que se les pone a prueba. Finalmente fueron once los seleccionados para iniciar su formación especializada en el Instituto de Seguridad que actualmente finalizan con 600 horas prácticas.

Sin embargo, a lo largo de este tiempo el GEI nunca ha tenido un miembro femenino, igual que sucede en todos los grupos de elite de otros cuerpos de seguridad similares, por el alto nivel físico que requiere la actividad y su exigencia, según explicó Caparrós.

"No es sólo un trabajo es un modo de vida", aseguró el inspector jefe, quien también quiso romper algunos tópicos que persiguen a estos grupos, por lo que destacó que tienen un alto grado de sentimiento de pertenencia, son extremadamente serenos y tranquilos y son capaces de combinar su vida personal y profesional, a pensar de tener que estar siempre disponibles y localizables.