PONTEVEDRA, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil y la Guardia Nacional Republicana (GNR) de Portugal han abordado este jueves su preocupación por la introducción de tabaco de contrabando procedente de China y el tráfico de cobre robado. Así lo han puesto de manifiesto en un encuentro entre responsables de ambos cuerpos de seguridad mantenido en la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra.
Los jefes de las comandancias de Pontevedra y Ourense conformaron la representación española de un encuentro al que, por la parte lusa, acudieron representantes de la GNR de Braga, Vila Real, Porto y Viana do Castelo.
El jefe de la Comandancia de Pontevedra, el teniente coronel José Jar Couselo, ha explicado que les "preocupan especialmente la introducción de tabaco de contrabando procedente de China" y el tráfico de cobre robado.
El robo de cobre va en aumento en Portugal y en España, según han señalado. En concreto, han apuntado que en el país luso los casos se duplicaron en relación con el año pasado.
El coronel Machado de la GNR ha comentado, por su parte, que las obras son objeto de actos vandálicos, redes eléctricas quedan inutilizadas y algunas empresas dejan de ser viables.
FUNDICIÓN
El objetivo de estos robos son la reutilización y la fundición y la recepción del material robado tiene lugar, según han concretado, en toda Europa, recurriendo a varias redes ilegales y clandestinas.
Asimismo, a las fuerzas del orden les preocupa también la entrada de tabaco falsificado que, además, tiene mala calidad en la materia prima adulterada.
El año pasado, según los datos facilitados, se decomisaron en España 13,9 millones de cajetillas, un 96 por ciento más que en el año 2008. Y en torno al 84 por ciento procede de China.
La Guardia Civil ha alertado de que se trata de buenas imitaciones, tanto de las marcas de tabaco como de las etiquetas de Hacienda. Además, fuentes del Instituto Armado han explicado que los falsificadores "no tienen ningún escrúpulo" a la hora de utilizar sustancias dañinas para elaborar este tabaco falso.
En los análisis se ha encontrado estiércol de conejo, remolacha, caña de azúcar molida e incluso metales pesados. El tabaco procedente de China suele entrar en España por contenedores en puertos como el de Vigo.
