Los detenidos, de origen magrebí, forman parte de una organización delictiva que ha sido desarticulada
MURCIA, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil de Murcia, en colaboración con agentes de la Comandancia de Córdoba, bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número cuatro de Totana (Murcia), ha liberado a una persona de 29 años y nacionalidad marroquí, que responde a las iniciales de A.E., vecino de Mazarrón, tras cinco días de cautiverio, según informaron fuentes del Instituto Armado en una nota de prensa.
Al mismo tiempo ha detenido a sus 11 captores, de entre 24 y 48 años de edad, integrantes de una red delictiva, entre ellas su máximo dirigente, como presuntos autores de delito de secuestro y asociación ilícita. Todos los detenidos son de nacionalidad marroquí y residentes en Mazarrón, Torre Pacheco y Lucena (Córdoba).
Las actuaciones policiales se iniciaron el pasado martes, cuando se tuvo conocimiento por parte de la Guardia Civil del presunto secuestro de un vecino de origen magrebí ocurrido sobre las 13.20 horas del día anterior.
Supuestamente, la víctima transitaba por el paraje de Casas de Ginés, en la pedanía de Casas Gallego de Mazarrón, en compañía de un amigo cuando un vehículo, ocupado por cuatro personas sin identificar, estacionó junto a la víctima, quien fue introducida violentamente en el interior del turismo y huyendo del lugar.
Los hechos fueron denunciaron cuando una de las personas cercanas a la víctima empezó a recibir llamadas telefónicas pidiendo varios miles de euros por la liberación del mismo.
Por tal motivo, la Guardia Civil estableció un dispositivo compuesto por más de treinta agentes, con el objetivo de rescatar con vida al hombre, identificar a los responsables del secuestro y proceder a su detención.
Fruto de este dispositivo se pudo constatar que parte de los miembros de la organización se encontraban en Mazarrón y en alguna zona de la Comarca de Cartagena, pero que el secuestrado había sido trasladado, por seguridad, a la localidad cordobesa de Lucena, donde supuestamente lo habían ocultado amordazado en un piso franco esperando el pago de su liberación.
Una vez obtenidos todos los datos, e identificados a los presuntos autores, se procedió a las detenciones. Con un amplio dispositivo policial y previa autorización judicial, se procedió a la entrada y registro en Lucena (Córdoba), donde, además, se logró hallar vestigios consistente en fragmentos de cinta de embalar que evidenciaban la estancia del secuestrado en el piso franco, pero que había sido trasladado de nuevo por motivos de seguridad.
Tras cinco días de cautiverio, y una persistente y compleja actuación, los agentes consiguieron desarticular la organización deteniendo entre otros, a su máximo cabecilla. La víctima finalmente fue liberada en una zona próxima a Mazarrón en buen estado de salud.
El grupo estaba totalmente definido por personas que tenían cometidos muy específicos: la dirección operativa del secuestro, la toma de decisiones, la ocultación en el piso franco, la cobertura de huida y los responsables del cobro. Además de estas actividades ilícitas, los detenidos también se dedicaban al tráfico de drogas con antecedentes policiales por hechos cometidos con anterioridad.
La alta violencia del grupo desmantelado y las medidas de seguridad que adoptaban en sus desplazamientos, sobre todo, en el momento de producirse el secuestro y en los lugares de ocultación del mismo, complicó la labor de rescate y liberación.
