La Policía confirma la relación del acusado gallego del caso 'Potera' como proveedor de droga de otro imputado

Actualizado: miércoles, 23 enero 2008 15:08

GIJÓN, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -

El inspector Jefe del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría de Gijón en el momento que se llevó a cabo la operación 'Potera', cuyo juicio continuó hoy en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias con sede en Gijón, confirmó que a través de las intervenciones telefónicas de algunos acusados averiguaron que el imputado gallego del caso, José Ramón L.I., era el proveedor de otro procesado, Manuel Avelino R.B, quien viajaba a Galicia acompañado de otro implicado, Jairo J.G.O., para comprar la droga.

Asimismo, el agente identificó a Manuel Avelino como 'Santi El Colombiano', un apodo que el propio acusado había negado el primer día de juicio. No obstante, el policía precisó que es posible que en el entorno del mundo de la droga lo conocieran con ese alias sin que él lo supiera. Cabe recordar la relación del acusado con Colombia, donde vivió unos años y tiene una hija.

Precisamente durante la declaración del policía sobre este hecho el propio acusado dijo que era "mentira", algo que fue recriminado por el fiscal, quien pidió al tribunal que recordara a los imputados que no pueden hablar. El problema continuó al solicitar el fiscal que el mismo acusado se quitara las gafas de sol, una petición que fue atendida por el tribunal, que requirió al procesado que no las llevara puestas en la Sala a menos que tuviera un problema médico o cuando entraran las cámaras de la prensa.

Sobre los viajes a Orense (Galicia), el agente precisó que aunque Manuel Avelino contactaba por teléfono con un tal Juan Carlos, esta persona fue identificada por la Policía gallega, gracias al seguimiento que hicieron, como José Ramón L.I., al que ya tenían relacionado con el tráfico de droga por causas anteriores a la operación 'Potera'.

A pesar de todo, el policía testificó que hicieron seguimiento del coche en el que viajaban a Galicia los acusados Manuel Avelino R.B. y Jairo J.G.O., pero sólo hasta Soto de Barco, aunque por las conversaciones telefónicas intervenidas sabían que habían llegado a Orense. El agente también indicó que era Manuel Avelino quien compraba la droga y que Jairo, que era "la mano derecha" de éste, se quedaba una pequeña parte que revendía para sacarse "un pequeño sobresueldo".

El agente hizo mención también a que cuando hablaban por teléfono entre ellos de 'camisetas' o 'CDs', en realidad se referían a la compra-venta de droga, al igual que cuando hablaban de 'mosca' -droga más pura en el argot o 'una gallina' --pistola--.. Esta interpretación la basó en sus años de experiencia profesional, pese a que reconoció que nunca les vieron llevar a cabo esta compra-venta. Incluso indicó que muchas conversaciones acababan en nada, ya que Manuel Avelino no tenía dinero para viajar a Galicia.

En cuanto a la detención del imputado gallego, que se practicó en Madrid donde trabajaba en un club, señaló que se le intervino en ese momento una agenda con unos teléfonos y unas anotaciones de cantidades. Según el agente, entre los teléfonos estaba el nuevo de Jairo, que había cambiado después de su participación en una detención ilegal en Galicia, y también el de Manuel Avelino.

José Ramón tenía también en un poder un recorte de prensa sobre la detención de unos traficantes de drogas, a los que se les conocía como 'el clan de los vietnamitas', ya que en esa operación se detuvo, según el policía, a un cliente de él y tenía miedo de que le delatara, como se constató en alguna conversación telefónica.

El policía relacionó además a este acusado con Manuel Avelino y Jairo en un asunto de detención ilegal. Sobre este caso, explicó que los dos últimos entraron en la casa de un industrial gallego con la intención de robar. Al aparecer el hombre, lo ataron en una silla y buscaron dinero por la casa. De hecho, en una conversación intervenida se escucha cómo explican a José Ramón lo que pasa y tras no encontrar nada abandonan la casa. El agente dijo recordar que el dinero estaba escondido en el congelador. Incluso cuando apareció el caso en la tele hablaron entre ellos de él por teléfono.

Por su parte, el abogado de Jairo puso en duda la identificación de su cliente por parte de la Policía y la posible legalidad de las intervenciones telefónicas, en el momento del caso de detención ilegal cometido en Galicia, debido a un error en el trámite de la prórroga de las escuchas.

A este respecto, el policía aclaró que no se le hizo un seguimiento individual a este acusado, ya que era "uno de los últimos eslabones" de la investigación, aunque aseguró que se le identificó de forma certera y con todos los permisos del juzgado de Instrucción. También matizó que se registró la casa de Riaño y no la de Oviedo, porque era en la primera donde convivía con su pareja. No obstante no supo precisar si llevaba ropa de mono de trabajo cuando se le detuvo, un punto en el que insistió el abogado defensor.

Por otro lado, gracias a las intervenciones telefónicas practicadas en la operación a otros dos acusados, José Agustín G.F. y María del Carmen G.C., con los que se inició la investigación de este caso, lograron identificar a dos de sus clientes, Carlos M.V. y su compañera sentimental -también acusada--, que a su vez se identifican a ellos mismos como "los del coche negro" cuando llamaban.

El agente dijo que sospechaban que Carlos M.V. revendía parte de la cocaína que compraba, tanto por la frecuencia con que lo hacía, hasta seis veces en un día, como por la forma de pedirlo, en cantidades desde medio gramo a cinco gramos, aunque según la abogada en el informe policial sólo figura hasta tres gramos.

Además, los agentes conocían ya a este acusado con anterioridad, al relacionarlo con el mundo de la heroína. En este punto, la abogada de la defensa trató de insistir en que su cliente vendía heroína para comprar cocaína y que las cantidades compradas eran para consumo propio y el de su compañera sentimental. Actualmente el imputado tiene una suspensión de pena por tráfico de heroína posterior a esta causa, a cambio de someterse a un tratamiento de desintoxicación, que está siguiendo.

En la vista de hoy declararon otros dos policías que participaron en el caso, quienes vinieron a corroborar lo dicho anteriormente por su compañero, respecto a la relación entre José Ramón L.I., Manuel Avelino R.B y Jairo J.G.O..

El juicio continuará mañana, a las 10.30 horas, con la declaración de otros dos agentes. Es posible que también mañana se inicien las escuchas de las intervenciones telefónicas, al haber renunciado la Fiscalía y los abogados que los habían propuesto a cinco policías que tenían que testificar.