MADRID, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
Paloma M., una de las víctimas de la red de bebés robados en hospitales españoles, ha declarado por primera ocasión ante el fiscal jefe de Madrid, Eduardo Esteban Rincón, a quien ha relatado cómo el 9 de agosto de 1980 las monjas de la maternidad de O'Donell le despojaron de su hija recién nacida con la excusa de que padecía síndrome de Down.
La Fiscalía de Madrid ha retomado las declaraciones a varias víctimas de este caso en el marco de las diligencias abiertas para su esclarecimiento. Las denuncias, que se presentaron ante la Fiscalía General del Estado, serán enviadas a los Juzgados ordinarios para su investigación por parte de un juez instructor.
Momentos antes de declarar, una de las mujeres víctimas de estos robos ha recordado cómo ese día las monjas le pusieron una inyección para que estuviera "tranquila" y "relajada" después de que le dijeran que se llevaban a su niña para realizar un reconocimiento médico.
"Pude estar con ella dos horas. Después, me inyectaron algo y se la llevaron. Me dijeron que tenía síndrome de Down y que la iban a meter en la incubadora porque tenía problemas", ha contado Paloma M., de 60 años y que tenía otro hijo varón.
"Mi niña era preciosa y no tenía nada porque la tuve conmigo. Al tercer día, nos dijeron que había muerto y enseñaron a mi marido un bebé muerto que era un monstruo", ha señalado la víctima, quien ha añadido que le entregaron un certificado del fallecimiento un año y medio después.
EL MÉDICO, AÚN EN EJERCICIO
Asimismo, Felisa T.O. ha expuesto su relato ante Eduardo Esteban. En su caso se trataba de su único hijo, que nació el 26 de mayo de 1978 en la clínica de La Casa de la Madre, que se ubicaba en la calle de Goya.
"Un médico me paso al paritorio, me durmieron. Al despertar, me dijeron que había muerto. No llegué a ver a mi bebé muerto. Me dieron pocas explicaciones", ha recordado esta mujer y ha criticado que el médico que le atendió aún está en ejercicio. Además, ha señalado que siempre tuvo la sospecha de que algo raro había pasado.
El pasado 11 de marzo, los seis fiscales adscritos a esta investigación comenzaron los interrogatorios en aras a remitir las correspondientes denuncias a los Juzgados ordinarios de Plaza de Castilla.
Las declaraciones se enmarcan en las 84 diligencias abiertas para investigar casos de bebés robados en hospitales madrileños después de que la Fiscalía General del Estado hubiera remitido al Ministerio Público las denuncias presentadas sobre estos supuestos robos.
La Fiscalía General del Estado anunció el pasado mes que no abriría una investigación conjunta por los casos de bebés presuntamente robados durante las décadas de los años 50 a los 80. Así serán cada una de las fiscalías provinciales las que asuman el procedimiento si así lo deciden.
La Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir) presentó el pasado 27 de enero una denuncia conjunta con 261 casos de bebés presuntamente robados después de nacer.
La intención era que el fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, abriera una investigación a nivel nacional para intentar identificar a los responsables de una supuesta red de robos de bebés en hospitales de toda España, que posteriormente eran vendidos a otras familias.