BILBAO 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno vasco ha verificado este lunes en la playa de Gorliz (Bizkaia) los protocolos de emergencia a poner en marcha en caso de incidentes. Los dos simulacros de actuación ante emergencias llevados a cabo han demostrado "una excelente coordinación de los diferentes organismos".
El ejercicio ha servido para testar los procedimientos de movilización y coordinación de recursos que se deben poner en marcha en caso de que ocurran incidentes en las playas, ha informado el Ejecutivo en un comunicado.
Además, Gorliz ha podido demostrar la capacidad de respuesta del servicio de socorrismo, que es uno de los requisitos para acceder a la Q de calidad turística.
Los ejercicio se ha desarrollado con la colaboración de la Dirección de Atención de Emergencias y Meteorología del Gobierno vasco, el Ayuntamiento de Gorliz, Medio Ambiente y Salud Pública del ejecutivo autónomo, Dirección de la Ertzaintza, el Servicio Foral de Salvamento y Socorrismo y los servicios de recogida y limpieza.
DESARROLLO DE LOS SIMULACROS
Los simulacros, que responden a los requisitos de la norma 14001:2004, han dado comienzo a las 11.00 horas. En este caso, el guión del simulacro se ha centrado en la torreta de vigilancia, mientras un bañista pedía socorro.
Siguiendo el procedimiento del Servicio Foral de Salvamento y Socorrismo, han salido los socorristas acuáticos en una embarcación-moto de agua, procediendo al rescate de la persona que supuestamente presentaba síntomas de ahogamiento.
Cuando han llegado a la arena se ha simulado una parada cardiaca y se ha aplicado el procedimiento sanitario establecido, trasladando a la persona accidentada al puesto de socorro de la playa.
Los socorristas han procedido a la estabilización de la víctima y se han puesto en contacto con el Centro de Coordinación de Emergencias, SOS-Deiak, informando sobre lo acaecido y solicitando movilización de recurso sanitario por parte de Emergencias-Osakidetza para la evacuación de la víctima.
Durante el simulacro se ha llevado un control del tiempo de respuesta, ya que el tiempo no puede sobrepasar los cuatro minutos desde la llegada del servicio de salvamento al punto de rescate.
Por otro lado, como desarrollo del segundo simulacro, el Centro de Coordinación de Emergencias, SOS-Deiak, ha recibido una comunicación de un ciudadano que se encontrada en el paseo marítimo, y que ha llamado al 112, en la que se informa de la existencia de un bidón en la arena.
SOS-Deiak ha trasladado el hecho al Servicio de Salvamento y Socorrismo de Bizkaia. El equipo de socorristas ha confirmado mediante emisora la existencia de dos bidones en el arenal y como medida de precaución han izado la bandera roja de prohibición de baño en la playa.
La información se ha compartido de inmediato con el Centro de Mando y Control de la Ertzaintza, con Emergencias Osakidetza y con el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de la Diputación Foral de Bizkaia.
Tras ponerse en contacto con la Técnico de Salud Pública de Guardia, y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, SOS-Deiak confirma con el Centro de Operaciones de Playas de Bizkaia que el Área competente de la Diputación Foral de Bizkaia y la policía Municipal de Gorliz están informadas sobre el caso de emergencia.
Los socorristas han identificado el estado del bidón y se han adoptado medidas de seguridad. Posteriormente se ha confirmado que se trata de dos bidones grandes de unos 250 litros de capacidad de gasoil. Tanto el Servicio Foral de Salvamento y Socorrismo como el Centro de Coordinación de Emergencias 112 SOS DEIAK, han recibido la información.
A la Llegada de Recursos de Seguridad Ciudadana (Ertzaintza-Policía Local de Gorliz), los socorristas, tras una nueva inspección, han indicado que los bidones aparentemente se encontraban intactos y cerrados.
Acto seguido han llegado los técnicos de salud pública del Gobierno vasco que se han incorporado al protocolo. Los servicios de recogida y limpieza de playas y hondartzainak de la Diputación Foral de Bizkaia han actuado para eliminar los bidones del arenal. El ejercicio ha culminado con la retirada de la bandera roja y la comunicación por megafonía de lo acontecido.