Altos de Torona: el alma del Rías Baixas en cada copa de vino

Viñedos de Altos de Torona - ALTOS DE TORONA

MADRID 2 May. (EUROPA PRESS) -

En el corazón de Rías Baixas, una de las denominaciones de origen más prestigiosas de Galicia, se encuentra la Bodega Altos de Torona, un enclave donde tradición y modernidad se dan la mano para ofrecer una experiencia enológica única.

Detrás de sus aclamados vinos se encuentra el alma de su gente, la inspiración de sus viñedos, y la historia de cómo esta bodega se ha convertido en un emblema de la viticultura gallega.

Al sur de la provincia de Pontevedra, en su frontera con el norte de Portugal, se encuentra el viñedo más grande de Galicia en una única extensión de 94 hectáreas. Su especial ubicación -- sobre una colina, con vistas al río Miño y próximo al océano Atlántico -- y el particular microclima de la subzona de O Rosal, favorecen la calidad excepcional de este entorno, dando lugar a vinos de carácter atlántico, con intensos aromas frutales.

Entre las hileras de cepas de las variedades: Albariño, Caíño Blanco, Godello, Loureira y Treixadura, se lleva a cabo una viticultura sostenible, que ha propiciado que este viñedo se convierta en el hábitat natural de 91 especies de plantas y 71 de animales. El asentamiento de esta riqueza biológica enriquece la vid desde sus raíces y favorece la obtención de vinos únicos, en integración con la naturaleza

Altos de Torona no es solo una bodega; es un proyecto familiar que, con esfuerzo y dedicación, ha logrado posicionarse como una de las mejores en la región de Rías Baixas. Fundada en 2002, la bodega se ha especializado en la producción de Albariño, una de las variedades más emblemáticas de la denominación, que refleja a la perfección las características del terruño gallego.

La tradición vitivinícola de la familia Gómez comienza hace más de 30 años en su casa de la infancia en O Rosal (Galicia). Hoy en día, en su tercera generación, mantiene el respeto por la tradición y el interés por la innovación en el cuidado de la viña para el que siguen prácticas respetuosas con el medio ambiente, la conservación del suelo y el paisaje.

La historia de Altos de Torona comienza con un sueño familiar: recuperar y potenciar el cultivo de viñedos en un entorno natural privilegiado. Los fundadores apostaron por una agricultura sostenible, sin perder de vista las técnicas más avanzadas para garantizar la calidad de sus vinos. Hoy en día, la bodega continúa con esta filosofía, innovando y adaptándose a los cambios de la viticultura moderna, mientras preserva su esencia gallega.

Ubicada en Tomiño-O Rosal, en la provincia de Pontevedra, la bodega se encuentra en una de las zonas más privilegiadas para el cultivo del Albariño. El clima atlántico de Rías Baixas, con sus suaves temperaturas y lluvias frecuentes, crea un ambiente ideal para que las uvas se desarrollen lentamente, permitiendo que expresen todo su potencial en cada botella.

Los viñedos de Altos de Torona se extienden sobre terrazas que ofrecen unas vistas espectaculares del mar, creando un paisaje de belleza única. Este paraje natural, junto con los suelos de origen granítico y el viento fresco que llega del océano, hace que cada copa de vino de esta bodega tenga la impronta de su lugar de origen.

Con sus 94 hectáreas, el de Altos de Torona es el mayor viñedo de una sola pieza en su entorno. Su superficie y su filosofía empeñada en el desarrollo sostenible en todos los procesos, ha propiciado el asentamiento de una riqueza biológica extraordinaria, un objeto de deseo para zoólogos y botánicos en el que múltiples especies participan a su manera en el carácter final de sus vinos.

Los viñedos se cultivan siguiendo un enfoque respetuoso con el medio ambiente, utilizando técnicas de cultivo sostenible y ecológicas que aseguran la salud del suelo y la viabilidad a largo plazo de los viñedos. La bodega también cuenta con una cuidadosa selección de variedades autóctonas, y, en su constante búsqueda de la excelencia, emplea una viticultura de precisión para obtener uvas de calidad superior.

EL PROCESO DE VINIFICACIÓN: TRADICIÓN Y TECNOLOGÍA.

Una vez cosechadas, las uvas de Albariño de Altos de Torona son seleccionadas meticulosamente para garantizar solo lo mejor de cada cosecha.

La vinificación en la bodega sigue un proceso de fermentación controlada que utiliza tecnología de punta, pero sin dejar de lado las técnicas más tradicionales, como el uso de depósitos de acero inoxidable para preservar la frescura y el carácter frutal del Albariño.

El Albariño de Altos de Torona es un vino con una marcada personalidad, que destaca por su frescura, acidez equilibrada y notas cítricas y florales.

Este vino, que refleja la esencia de su 'terroir', ha logrado gran reconocimiento a nivel nacional e internacional, consolidándose como una de las mejores expresiones de la Denominación de Origen Rías Baixas.

EXPERIENCIA EN LA BODEGA: TURISMO ENOLÓGICO.

Una de las mejores maneras de descubrir la magia de Altos de Torona es visitando sus viñedos. Desde el primer paso en sus instalaciones, los visitantes se sumergen en una experiencia sensorial completa que va más allá de la cata de vinos.

La bodega ofrece visitas guiadas donde se pueden recorrer los viñedos y conocer de primera mano el proceso de elaboración de los vinos y, por supuesto, disfrutar de una cata exclusiva en su moderno espacio de degustación.

La visita está diseñada para sumergir al visitante en la historia de la bodega, el cuidado que se pone en cada botella y la filosofía que persigue Altos de Torona: ofrecer vinos que respeten la autenticidad y la tradición del Rías Baixas.

Además, el paisaje en torno a la bodega, con sus espectaculares vistas al mar y a los viñedos que se extienden por las colinas, hace de la visita una experiencia visualmente inolvidable. Y, si tienes suerte, puedes aprovechar para disfrutar de una cata maridada, donde los vinos de la bodega se acompañan con los mejores productos locales, como el marisco gallego o el queso de la región.

ALTOS DE TORONA Y LA CULTURA DEL VINO EN GALICIA.

La bodega no solo se dedica a la producción de vinos de calidad, sino que también forma parte activa de la cultura enológica de Galicia. Además de sus catas y visitas guiadas, Altos de Torona organiza eventos y actividades que celebran la gastronomía gallega y el mundo del vino.

Con una gran variedad de eventos a lo largo del año, la bodega se ha convertido en un punto de encuentro tanto para locales como para turistas. Además cuenta con un viñedo con 500 olivos de las variedades autóctonas gallegas picual, arbequina y hojiblanca con las que elaboran el aceite de oliva virgen extra.

A lo largo de los años, la bodega ha sido galardonada con diversos premios, lo que reafirma su compromiso con la excelencia y la innovación. Esto ha contribuido a que Altos de Torona sea reconocida no solo en España, sino también a nivel internacional, como una de las bodegas más importantes de la Denominación de Origen Rías Baixas.

Altos de Torona no es solo una bodega que produce vinos excepcionales, es un lugar donde el vino cuenta historias, no solo de uvas, sino de tierra, pasión y trabajo en equipo. Visitar esta bodega es adentrarse en el corazón de Galicia y descubrir la riqueza cultural y vinícola de la región.

Para quienes deseen prolongar su experiencia enoturística con una estancia inolvidable, a poca distancia de Altos de Torona se encuentra el Hotel Boutique Faro Silleiro, un faro en activo reconvertido en alojamiento de lujo.

Situado en la costa de Baiona, este exclusivo hotel ofrece 17 habitaciones con vistas panorámicas al océano Atlántico, combinando historia, diseño y confort en un entorno natural privilegiado. El Faro Silleiro Hotel se presenta así como un destino único en Pontevedra, donde la majestuosidad del paisaje costero gallego se convierte en el telón de fondo de una estancia inolvidable.

Los huéspedes pueden disfrutar de servicios como piscina infinita, biblioteca, gimnasio y una gastronomía local exquisita en la cercana taberna atlántica Faro Pequeno,  con una oferta gastronómica basada en productos locales del mar con un toque de fusión.

Este acogedor establecimiento, con su ambiente relajado y vistas evocadoras del Atlántico, invita a disfrutar de la frescura del mar en cada plato. Su carta, impregnada de sabores auténticos y elaborada con productos locales de temporada, ofrece una experiencia culinaria que celebra la tradición pesquera gallega con un toque contemporáneo. Faro Pequeno se erige así como un faro de sabor en la costa, guiando a los comensales a través de una deliciosa travesía atlántica.