¿Sabias que en Galicia hay una playa que brilla en la oscuridad? Descubre la aurora boreal del mar en Cee

La Playa Que Brilla En La Oscuridad En Cee
La Playa Que Brilla En La Oscuridad En Cee - TURISMO DE CEE
Europa Press Turismo
Publicado: lunes, 7 julio 2025 11:00

MADRID 7 Jul. (EUROPA PRESS) -

¿Quieres ver el mar brillar? No hace falta ir hasta las islas Maldivas o a las costas del Pacífico. A veces, lo más increíble está más cerca de lo que imaginas. Solo hay que saber esperar y dejar que la oscuridad revele sus secretos y el mar regale un lienzo hiptótico.

En la costa de Cee, en pleno corazón de Galicia, el mar guarda un secreto que solo revela a los viajeros pacientes, atentos y cómplices de la noche. Se llama 'mar de ardora', y durante unas pocas noches de verano, este fenómeno transforma el océano en un manto de luz.

Como si un pincel invisible hubiera decidido trazar destellos eléctricos sobre las olas, el agua brilla con una tonalidad azulada, fantasmal y mágica. No es un sueño, es bioluminiscencia.

En las playas de Estorde y Gures, el mar parece encenderse al paso de las manos, los remos o incluso los peces que cruzan la superficie. No hay luces artificiales, ni focos escondidos. Es la propia naturaleza la que se manifiesta en una de sus formas más extraordinarias.

El fenómeno se debe a la presencia de noctilucas, diminutos organismos marinos que durante los meses más cálidos se alimentan de microalgas y, al ser agitados, liberan un destello luminoso como mecanismo de defensa.

Un espectáculo de química y biología que solo necesita oscuridad, agua cálida y viento favorable -del sur o del este- para revelarse.

Los lugareños lo conocen desde siempre. Algunos lo describen como 'el mar que respira luz', otros simplemente lo observan en silencio, conscientes de que están presenciando algo único.

Los científicos empezaron a registrar este fenómeno en 1915, quedando reconocidos en todo el planeta más de 200 mares de ardora, concentrados en su mayoría en el noroeste del océano Índico y próximos a Indonesia. Otros lugares donde se pudo visualizar este espectáculo luminoso fueron la costa de Somalia (África), la costa atlántica gallega y la bahía Fosforescente, en Puerto Rico.

UNA EXPERIENCIA QUE PARECE CIENCIA FICCIÓN

La escena recuerda a un pasaje de 'Veinte mil leguas de viaje submarino', donde el capitán Nemo observa desde el Nautilus una masa luminosa en plena noche sin luna. Pero aquí, en Cee, la escena no pertenece a la literatura de Julio Verne, sino a una realidad tangible que se deja ver sobre todo en agosto, cuando las noches son cálidas, el cielo está despejado y el mar en calma.

No hay horarios. No hay entradas ni butacas. Solo el murmullo de las olas, la oscuridad envolvente y el momento exacto en que el agua se enciende al contacto con una pisada o un simple gesto. Las fotografías apenas captan la magnitud del fenómeno; hay que estar allí, en persona, para comprender su magnetismo.

Presenciar el mar de ardora no es solo ver algo hermoso. Es sentir que el planeta respira. Es una invitación a apagar las pantallas, dejar atrás el ruido y entregarse al asombro puro. La experiencia trasciende la mirada: se convierte en un recuerdo físico, emocional, casi íntimo.

Cee, con su aire marinero y su hospitalidad gallega, ofrece mucho más que playas. Es una tierra de mitos, marineros y luces que bailan en la noche. Llegar hasta aquí es apostar por un turismo sereno, lento, profundamente conectado con la naturaleza y sus ritmos.

CONSEJOS PARA LOS VIAJEROS QUE BUSCAN LA ARDORA

1. Elige noches sin luna

La oscuridad es aliada del asombro. Cuanto menos resplandor proyecte el cielo, más intenso será el espectáculo de bioluminiscencia. Las noches sin luna, especialmente cuando el cielo está despejado y la calma reina en el mar, ofrecen el escenario perfecto para que la luz azulada de las noctilucas se revele con toda su fuerza. Evita fuentes artificiales de luz: apaga linternas, móviles y permite que tus ojos se acostumbren a la penumbra. Verás cómo el mar comienza a brillar casi por arte de magia.

2. Consulta a los locales

Nadie conoce mejor los ritmos del mar que quienes viven junto a él. Los vecinos de Cee y los pescadores de la zona saben cuándo el agua está en las condiciones óptimas, qué vientos favorecen la aparición del fenómeno y en qué playas suele ser más visible. Preguntar con humildad no solo aumenta tus posibilidades de éxito, sino que enriquece tu experiencia con historias y consejos transmitidos de generación en generación. En Galicia, compartir la sabiduría del mar es una forma de hospitalidad.

3. Activa la luz con tus pasos o remos

La bioluminiscencia se manifiesta con el movimiento. Camina por la orilla en plena oscuridad y observa cómo el agua chispea bajo tus pies. Si tienes la posibilidad de remar en una pequeña embarcación o kayak, cada palada creará estelas de luz que parecerán nacidas de otro mundo. Incluso lanzar una piedra al agua o sumergir las manos puede desencadenar un resplandor instantáneo. Es como si el mar respondiera a cada gesto, iluminando tu presencia con una energía sutil y fascinante.

4. Viaja con respeto y sensibilidad

Este fenómeno es un tesoro natural, frágil y efímero. No dejes huella más allá de tus pasos en la arena. Evita hacer ruido, llevar focos potentes o alterar el entorno marino. No intentes capturarlo a toda costa: muchas veces, las cámaras no logran retratar lo que los ojos sí pueden sentir. Observa con calma, en silencio, y comprende que el verdadero lujo está en ser testigo de algo que la naturaleza ofrece sin filtros, solo para quienes saben mirar. Porque el mar de ardora no se visita: se honra.

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