MADRID, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
La demanda de certificados médicos para el pilotaje de drones ha crecido un 30% desde finales de 2017, según el grupo de centros médicos Creu Blanca Diagnosis Médica.
Estas revisiones consisten en pruebas sobre el estado de salud del piloto y sus capacidades cognitivas, con diferentes exámenes para profesionales que pilotan drones de más de 25 kilos y para aparatos de peso inferior que usan fotógrafos o topógrafos, entre otros.
El uso profesional de un dron requiere habilitación de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), un seguro de responsabilidad civil específico para aeronaves y obtener la licencia oficial de piloto de vehículos remotamente tripulados (RPA), además del certificado médico.
"Un dron no es un juguete, si no un objeto contundente que puede provocar daños importantes, incluso la muerte de personas, si el piloto no está 100% capacitado", advierten desde Creu Blanca.
Actualmente, todos los pilotos de drones en España se rigen por una normativa de julio de 2014, que se renovó en diciembre de 2017. Esta ley amplió el campo de aplicación de los drones que pueden volar sobre edificios y personas, así como de noche, con la autorización correspondiente.