KYOTO 21 Ene. (Reuters/EP) -
Funcionarios de seguridad aérea de Estados Unidos y Japón visitan este lunes la sede del fabricante nipón de las baterías del Boeing 787 Dreamliner, GS Yuasa, en busca de pistas sobre los fallos técnicos que causaron el aterrizaje de emergencia de un avión de All Nippon Airways (ANA) la pasada semana en el aeropuerto de Takamatsu.
Un portavoz de la compañía japonesa ha reconocido que la comisión de investigación enviada por Estados Unidos ha examinado las instalaciones de la empresa en Kyoto, donde se fabrican las baterías del avión, a la vez que ha remarcado que GS Yuasa está cooperando "plenamente" para esclarecer las causas.
Los expertos estadounidenses descartaron este domingo el exceso de voltaje como la causa del incendio de una de las baterías registrada por una aeronave de este modelo el pasado 7 de enero en Boston, insistiendo en que se ampliaba la investigación para examinar el cargador de la batería y la unidad de alimentación auxiliar.
Un funcionario de seguridad 'senior' japones ha explicado a los periodistas que se ha demostrado que la batería era "anormal" tanto en el caso de Boston como en el de Takamatsu, por lo que el proceso busca concretar si el proceso desarrollado desde el diseño hasta la fabricación fue el adecuado.
GS Yuasa está participada en un 2,7% por el fabricante de automóviles Toyota. Además, la batería de la aeronave es solo una parte del complejo sistema eléctrico construido por la empresa francesa Thales.