Bohigas se declara independentista pero ve el nacionalismo "anticuado" y propio de dictadores

El Arquitecto Oriol Bohigas
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 21 mayo 2012 19:45

BARCELONA, 21 May. (EUROPA PRESS) -

El arquitecto, urbanista e intelectual Oriol Bohigas se confiesa a sí mismo en el libro 'Passar comptes' (Edicions 62), un dietario lleno de recuerdos dispersos en el que apuesta decididamente por la independencia de Catalunya, aunque huye del calificativo nacionalista, que considera "anticuado y conservador".

En una entrevista con Europa Press, Bohigas (Barcelona, 1925) ha explicado que Catalunya tiene que buscarse "otro Estado que le funcione bien", porque en su opinión se ha demostrado que España no le sirve, y aunque acepta que le llamen independentista, reniega del nacionalismo catalán, porque nacionalistas también fueron Franco, Hitler y Mussolini, ha dicho.

Bohigas vuelve a hacer memoria tras sus dos anteriores dietarios de recuerdos, 'Combat d'incerteses' (1983) y 'Dit o fet' (1992), y recopila reflexiones sin orden cronológico, que tanto tienen que ver con la política catalana como con la arquitectura y el urbanismo, sus vivencias en la Barcelona preolímpica, las vacaciones en Menorca y los últimos trabajos de su estudio de arquitectura, MBM.

Aprovecha para confesarse un pesimista total sobre el futuro de Catalunya: "No tenemos la valentía ni el coraje para salir al paso de las humillaciones que estamos viviendo. No somos víctimas, sino cobardes. Catalunya nunca reacciona a tiempo", ha lamentado.

También es pesimista sobre el devenir que pueda tomar la crisis económica: "Se hará un arreglo para seguir con el mismo sistema y en cuatro días volverá a petar", al tiempo que lamenta que los ciudadanos están en manos de gente que no ha sido escogida democráticamente y hace un llamamiento a los periodistas para que expliquen quiénes son esos 'mercados' de los que se habla con tanta naturalidad.

El único atisbo de luz y optimismo viene de la mano de Barcelona, cuya metamorfosis olímpica debe mucho a Bohigas, y que acuñó el concepto 'modelo Barcelona', asociado a una ciudad que controla el urbanismo y lo pone al servicio de las personas.

Para Bohigas, Barcelona no vive un momento "tan brillante" como el de los Juegos Olímpicos y considera que en los años de la burbuja del ladrillo la ciudad cayó en el problema de los edificios icónicos, convertidos en instrumentos mercantiles.

Sin embargo, hace algunas excepciones y se confiesa admirador de la Torre Agbar, vecina de su último edificio hasta la fecha, el Disseny Hub Barcelona (DHUB) de la plaza de las Glòries, un controvertido espacio cuya solución urbanística está, en su opinión, camino de llegar a una "solución definitiva".

CONTRA LA SAGRADA FAMILIA

Bohigas confiesa que en ocasiones ha sido muy tremendista, y releyendo escritos antiguos se pregunta cómo podía preocuparse tanto por cosas que no tenían solución, y esa es la sensación que tiene al pensar, por ejemplo, en la continuación de las obras de la Sagrada Familia, con las que se mostró muy crítico.

"Estoy admirado de la gente que ha tenido la santa paciencia de hacer esto. Hacerlo, por feo que sea, ya es un milagro. Sólo hubiera faltado que hubiera salido bien, hubiera sido un milagro demasiado espectacular", subraya con sorna sobre el trabajo de quienes han continuado el proyecto de Antoni Gaudí.

En el libro también recuerda su paso por el Ayuntamiento de Barcelona como concejal y tiene palabras para personas con las que trabajó muy estrechamente, como el ex alcalde Pasqual Maragall, y el actual conseller de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, que dejó su carnet socialista para entrar en el Govern de CiU.

Con él trabajó en el Ateneu Barcelonès y ahora asegura que siendo prudente juzgará ese cambio por los resultados, para ver si ese "sacrificio" ha valido la pena, aunque dice que tiene --y tendrá-- muchas dificultades en mantener el progreso de la cultura debido a los recortes presupuestarios.