Las nubes no enfrían tanto el clima como se pensaba

Nubes en un paisaje ártico
UNIVERSIDAD DE YALE
Actualizado: viernes, 8 abril 2016 10:27

   MADRID, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -

   Los modelos que tienen como objetivo predecir el aumento de la temperatura media global inducida por el hombre han subestimado las importantes contribuciones de las nubes.

   Los modelos globales del clima que intentan predecir aumentos de la temperatura media necesitan saber cómo la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera afecta a las temperaturas atmosféricas, una relación llamada "equilibrio en la sensibilidad del clima" (ECS, por sus siglas en inglés). Valores más altos de ECS significan que el calentamiento causado por el dióxido de carbono es mayor.

   Las nubes y las partículas de aerosoles influyen fuertemente en la cantidad de radiación y, por lo tanto, en el calentamiento que se produce en la atmósfera, sin embargo, las nubes y las partículas de aerosol son actualmente la principal causa de la incertidumbre en las proyecciones climáticas. La forma en que las nubes afectan el equilibrio energético de la Tierra depende, en parte, del número y tamaño de los cristales de hielo y las gotas de líquido subenfriado que contienen, así como la cobertura global de nubes.

   La evidencia reciente muestra que un determinado proceso de formación de hielo, que se creía anteriormente que era muy común, de hecho, se observó con poca frecuencia durante la formación real de nubes. Esto significa que algunos tipos de nubes contienen un menor número de cristales de hielo y gotas más líquidas de lo que se creía y, por lo tanto, reflejan más radiación de lo que se pensaba, lo que lleva a estimaciones de ECS demasiado bajas.

   En cuanto a la cobertura general de las nubes, las mediciones espaciales y temporales han sido escasas en el pasado. En este trabajo, Ivy Tan, de la Universidad de Yale, y sus colegas utilizaron los datos de monitoreo integral del instrumento 'Cloud-Aerosol Lidar with Orthogonal Polarization' (CALIOP) de la NASA, con la incorporación reciente de mediciones in situ de cristales de hielo y gotas de líquido subenfriado.

   Al conectar estos nuevos parámetros con los modelos climáticos, la ECS cambió sustancialmente. Mientras que los modelos antiguos estimaron que la ECS estaba entre 2 y 4,6 ° C, las nuevas estimaciones hablan de entre 5 y 5,3 º C. Es importante señalar que estos resultados pueden variar dependiendo de qué modelo se utiliza. El estudio se ha publicado en Science.