MADRID, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
Arqueólogos de la Universidad Carolina de Praga han descubierto un barco de madera de 18 metros de largo enterrado en el yacimiento de Abusir Sur, un cementerio de funcionarios del Antiguo Egipto.
El barco ha sido localizado en la excavación de la zona sur de una gran mastaba de 52 por 23 metros. A pesar de que el barco se encuentra a casi 12 metros, su orientación, la longitud y la cerámica recolectada de su interior, producen una clara conexión entre la estructura y el buque, que data del final de la tercera o principios de la IV dinastía, 2550 años antes de Cristo.
Aunque es extremadamente frágil, los viejos tablones de más o menos 4.500 años arrojan nueva luz sobre la construcción de barcos en el antiguo Egipto. Los tablones de madera se unieron a las clavijas de madera que aún son visibles en su posición original, informa Phys.org.
Extraordinariamente, la arena del desierto ha conservado los listones de fibras vegetales que cubrían las costuras de encofrado. Algunas de las cuerdas que unían el barco también se encuentran todavía en su posición original con todos sus detalles intactos, un descubrimiento único en el estudio de los barcos antiguos egipcios.
Todos estos pequeños detalles son de la mayor importancia, ya que la mayoría de los barcos antiguos egipcios que han llegado a nuestros días están en mal estado de conservación, o fueron desmontados en piezas. Durante la temporada de 2016, el Instituto Checo de Egiptología pondrá en marcha un proyecto, junto con expertos del Instituto de Arqueología Náutica (INA) de la Texas A & M University, para el estudio de las técnicas utilizadas en la construcción del casco.
Los detalles de construcción no son las únicas características que hacen el barco único. La costumbre de enterrar los barcos al lado mastabas se inició en el período dinástico temprano. Este fenómeno ha sido bien documentado para las estructuras reales, así como para algunas tumbas pertenecientes a los miembros de la familia real, pero no para otros grupos sociales.
Los reyes del Reino Antiguo a menudo tenían varios botes enterrados dentro de sus complejos de pirámides. Desafortunadamente, la mayoría de los pozos se han encontrado ya vacíos de cualquier madera, otros contenían poco más de polvo de color marrón en la forma de la embarcación original. La única excepción fueron los dos barcos de Keops que han sobrevivido.
