MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente ejecutivo de McLaren Racing, Zak Brown, ha reconocido que el equipo inglés se encuentra al "principio de una larga travesía" tras el cambio de organigrama en sus puestos directivos y ha recalcado que la marcha de Eric Boullier no fue un despido, sino una dimisión que no le cogió "por sorpresa".
"Es el principio de una larga travesía. Volver a ganar va a requerir mucho trabajo, pero tenemos el apoyo de nuestros accionistas. Hemos ascendido a Andrea Stella, que va a ser el responsable el máximo partido al coche, y hemos traído a Gil de Ferran, que va a trabajar con los pilotos y con el equipo para sacar el máximo rendimiento. Simon Roberts va a ser el COO (jefe de operaciones) y se va a asegurar de desarrollar el coche continuamente. Estamos empezando un viaje", desgranó Brown en la rueda de prensa de jefes de equipo del Gran Premio de Gran Bretaña.
Antes de tomar todas estas decisiones que han revolucionado el organigrama de McLaren, Brown explicó que conversó con sus pilotos. "Hablé con Fernando (Alonso), con Lando (Norris) y con Stoffel (Vandoorne) antes de anunciarlo porque confían mucho en el equipo y nos comunicamos bien", apuntó.
"Fernando tiene muchísima experiencia y le pregunto, al igual que a otras personas que tienen mucha experiencia en McLaren y que han ganado muchos campeonatos. Respecto a lo de que le he consultado los cambios, hay veces que la gente se lo toma demasiado literalmente", quiso aclarar.
Preguntado por si Boullier realmente dimitió o si fue despedido, Brown quiso ser tajante. "Eric dimitió. Llevó un año y medio trabajando con él y ha estado sometido a mucha presión, incluso antes de que yo me uniera a McLaren. Su dimisión no nos ha cogido por sorpresa, empezamos a hablarlo antes, cuando empezamos a trazar la estrategia que sería más favorable para McLaren", finalizó.
