BARCELONA, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
El entrenador del FC Barcelona, Josep Guardiola, ha declarado que a pesar del "aprecio" que siente por el entrenador del Almería, Juanma Lillo, dejará de lado estos sentimientos cuando se enfrenten este sábado con los blaugrana en búsqueda de tres valiosos puntos.
Guardiola considera a Lillo su "maestro" en el mundo del fútbol, la persona que le enseño a "entender" el juego. No obstante, a pesar de todo ello, no afrontará el partido "pensando en su destitución" sino "al contrario".
"El aprecio que le tengo es conocido, mi gratitud hacia él es infinita, nunca cambiará mi opinión sobre él, ha sido muy importante en mi formación", agregó.
Del mismo modo destacó el juego realizado por el equipo almeriense. "Sólo han encajado dos goles en lo que llevamos de temporada. Cuesta mucho llegar y marcarles", remarcó el técnico blaugrana, que alabó el nivel de juego de Bruno Alves, al que considera "muy rápido" bajo los palos.
"A pesar de no estar bien en la clasificación es un equipo que es capaz de jugar de muchas maneras diferentes, tiene la capacidad de hacer girar a sus jugadores según el rival", adujo sobre el juego del Almería.
Según Guardiola, la victoria pasará por correr y trabajar "mucho", ante un rival bien "ordenado" defensivamente. Por ello, el técnico no cree que ningún jugador este bajo de motivación ante el duelo del sábado. "Todos tienen la obligación de hacerlo bien", comentó.
Según el técnico, los internacionales han llegado todos "bien" aunque el hecho de no haber entrenado juntos durante la semana es un "riego" añadido. Sólo Abidal, baja por tener una "pequeña" molestia en el bíceps, ha sido la consecuencia de los diferentes partidos internacionales.
Guardiola también ironizó sobre la altura de sus jugadores. "Ojalá todos midieran 1,85 centímetros, preparar los córners y las faltas es un drama", bromeó.
