BADAJOZ, 9 May. (EUROPA PRESS) -
Dos jóvenes de 30 y 34 años, de nacionalidad inglesa y portuguesa, tendrán que comparecer ante la autoridad judicial tras la apertura de diligencias contra ellos al estar este pasado domingo, 8 de mayo, "enganchados a la luz pública" de una farola en Badajoz para usar una máquina de hacer tatuajes.
El servicio de bomberos pacense se personó en dicho lugar y procedió a la desconexión de los cables de luz de cuadro eléctrico, por lo que se abrieron diligencias judiciales contra los jóvenes, quienes tendrán que rendir cuentas en las próximas horas ante la autoridad judicial por "posible delito de uso fraudulento de fluido eléctrico".
Asimismo, la Policía Local de Badajoz ha levantado un acta-denuncia a un repartidor de pan por transportar en su furgoneta cajas de productos ultracongelados sin las condiciones sanitarias adecuadas para el transporte de mercancías perecederas.
Así, tanto la Policía Local de la capital pacense como los servicios veterinarios de la Junta de Extremadura determinaron la destrucción de dicha mercancía, este pasado domingo, sobre las 9,30 horas, en la Avenida Colón de Badajoz.
Asimismo, la Policía Local de Badajoz ha intervenido en una reyerta entre vecinos colindantes por "falta de convivencia" al no respetar el descanso de unos hacia los otros, según ha informado este cuerpo en nota de prensa.
Los hechos tuvieron lugar a las 02,15 horas de la noche del domingo al lunes, 9 de mayo, cuando una dotación de Policía Local que patrullada por la Calle Melilla fue requerida por unos vecinos, los cuales alertaron de que en un edificio de la citada vía se estaba produciendo una reyerta entre varios vecinos.
La Policía Local pudo mediar en dicho conflicto, donde resultaron lesionados por golpes y brecha en la frente provocadas por una vara metálica (tipo bastón) dos varones, uno de 50 y otro 33 años, al igual que una mujer de 26.
Todo hace indicar que el motivo de dichos enfrentamientos venía provocado por un vecino que "de forma habitual" llega a altas horas de la madrugada a su domicilio y "comienza a dar voces y hacer ruidos, no dejando descansar a los vecinos colindantes del edificio".
Esta vez, el vecino que estaba sufriendo las molestias al recriminarle la actitud al otro vecino, dio como resultado que entre ambos se enzarzaran en una "fuerte discusión que terminó a garrotazos".
Por ello, fue necesaria la actuación del personal sanitario del 112 para las curas y el traslado de la mujer al hospital Infanta Cristina, tras lo que finalizaron todos en comisaría para presentar las correspondientes denuncias.
