Desplazados de Mosul
YOUSSEF BOUDLAL / REUTERS
Actualizado: jueves, 23 marzo 2017 19:02

GINEBRA/MOSUL (IRAK), 23 Mar. (Reuters/EP) -

Al menos 400.000 civiles iraquíes se encuentran atrapados en el oeste de la Ciudad Vieja de Mosul, controlado por el grupo terrorista Estado Islámico, a falta de alimentos y bienes básicos a medida que los milicianos y las fuerzas gubernamentales combaten a su alrededor, según ha asegurado este jueves el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

"Lo peor está por venir. Debido a las 400.000 personas atrapadas en la Ciudad Vieja, que viven en pánico y penuria, la situación podría estallar en cualquier lugar y momento", ha señalado el representante de ACNUR en Irak, Bruno Geddo.

A pesar de que muchos tienen miedo de huir por los francotiradores y las minas, el número de civiles que salen ha aumentado y una media de entre 8.000 y 12.000 personas al día han llegado a la instalación de desplazados, según Geddo.

Los alimentos, el combustible y la electricidad son escasos en la Ciudad Vieja. "Las personas han empezado a quemar muebles, ropa vieja, plástico, cualquier cosa que puedan quemar para poder calentarse por la noche, porque todavía hay fuertes lluvias y las temperaturas por la noche caen drásticamente", ha asegurado Geddo.

En la última semana, los combates se han concentrado en la Ciudad Vieja y las fuerzas gubernamentales se encuentran a cerca de 500 metros de la histórica mezquita de Al Nuri, el foco de recientes combates durante los cinco meses de campaña contra Estado Islámico en la ciudad, principal bastión en Irak.

La recuperación de la mezquita supondría un golpe de enorme importancia simbólica contra la organización yihadista porque fue precisamente allí donde su líder, Abú Bakr al Baghdadi, proclamó en julio de 2014 el "califato" de la organización.

"Decenas de francotiradores de Daesh (Estado Islámico) continúan en los tejados de los edificios más altos de la Ciudad Vieja, lo que representa una gran amenaza para nuestros soldados", ha señalado un portavoz de la Policía.

"Estamos esperando a que el tiempo mejore para que los ataques aéreos pongan en peligro a los francotiradores y allanar el camino para avanzar y minimizar las bajas en nuestras tropas", ha añadido.

La batalla de Mosul, el último gran bastión de Estado Islámico en Irak, se encuentra en su sexto mes con las fuerzas iraquíes apoyadas por la coalición estadounidense, que controlan el este y más de la mitad del oeste de la ciudad. El grupo terrorista aún tiene el control del 40 por ciento del oeste de Mosul.

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