Berlusconi permanece hospitalizado mientras aumenta la tensión política

Reuters
Actualizado: lunes, 14 diciembre 2009 19:30


ROMA, 14 Dic. (EUROPA PRESS/ Gloria Moreno) -

El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, deberá pasar al menos un día más en el hospital como consecuencia de las heridas que sufrió ayer tras ser agredido por un desequilibrado mental. 'Il Cavaliere' podría haber sido "asesinado", según declaró con contundencia el ministro de Interior, Roberto Maroni. Aun con todo, la tensión política siguió alta a lo largo de toda la jornada tanto por las declaraciones de algunos miembros de la oposición, que responsabilizaron al menos en parte de lo sucedido al propio Berlusconi, como de la aparición de algunos grupos de apoyo al agresor en Facebook.

La agresión tuvo lugar ayer por la tarde al término de un mitin durante el que 'Il Cavaliere' se tuvo que defender de los abucheos que le habían dirigido algunos jóvenes. El 'premier' no escondió su enfado y pidió a gritos a sus detractores que se avergonzaran. Fue en medio de este clima, mientras el primer ministro saludaba a algunos simpatizantes cerca de su coche oficial, cuando se produjo la agresión.

Berlusconi fue trasladado rápidamente al hospital, donde, según confirmaron los médicos deberá permanecer al menos un día más. Su diagnóstico es de dos dientes superiores rotos, una fractura nasal y dos profundas heridas en el labio y en la encía. Aunque los médicos han descartado operarle, le han recetado reposo durante al menos 20 días.

Después de pasar la noche con "un fuerte dolor de cabeza", Berlusconi recibió la visita de numerosos ministros, familiares y amigos, así como la del jefe de la oposición, Pierluigi Bersani, que condenó con fuerza lo sucedido. A diferencia de él, otros miembros de la oposición no ahorraron sus críticas y responsabilizaron a Berlusconi del clima de odio que se respira en el país.

Tal es el caso del líder de Italia de los Valores, Antonio Di Pietro, que quiso dejar claro que la agresión no debe servir de excusa para olvidar el "mal Gobierno" de Berlusconi, y de Rosy Bindi, parlamentaria del Partido Demócrata (PD), quien pidió a 'Il Cavaliere' que no aproveche la circunstancia para hacerse la víctima.

Las posiciones de ambos generaron la indignación en el centro-derecha. De hecho, el ministro de Interior, resaltó que la agresión podría haber conllevado la muerte del 'premier', dejando así en evidencia que declaraciones como las de estos miembros de la oposición no ayudan a calmar los ánimos. "No empezamos bien", remarcó.

A pesar de estas notas discordantes, Berlusconi recibió la solidaridad del Papa y de varios líderes internacionales, como el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, el primer ministro de Rusia, Vladimir Putin, el 'premier' de Montenegro, Milo Djukanovic, con quien tenía previsto entrevistarse esta noche en Roma, el presidente del Partido Popular Europeo (PPE), Wilfried Martens, y la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton.

SOLIDARIDAD DE PATRIZIA D'ADDARIO

Por su parte, la prostituta de lujo Patrizia D'Addario, famosa por haberse acostado con Berlusconi la misma noche en que fue elegido Barack Obama, también quiso expresar su solidaridad al 'premier' y decidió posponer la presentación de su libro 'Disfrute presidente', que estaba prevista para mañana y en el que relata con todo lujo de detalles sus momentos de intimidad transcurridos con 'Il Cavaliere'.

Dadas las circunstancias, Berlusconi no podrá viajar a Copenhague para participar en la importante cumbre sobre cambio climático que se está celebrando estos días en la capital danesa y que esta semana entrará en su fase decisiva.

Mientras, en Italia continúa la polémica generada por algunos grupos de apoyo al agresor, Massimo Tartaglia, que han aparecido en la red social Facebook. El Gobierno italiano ya ha dicho que tomará medidas para ocultarlos.

Según la primera reconstrucción de los hechos, el agresor habría actuado de modo aislado y no de acuerdo a otras personas o grupos políticos. Aun con todo, el hombre se dijo fuertemente en desacuerdo con las ideas de Berlusconi, lo cual habría estado en la base de su agresión.

Tartaglia, que tiene 42 años y en estos momentos se encuentra en la cárcel, presenta desequilibrios mentales y en el pasado tuvo que recibir tratamiento en un hospital de día en cinco o seis ocasiones. El Hospital Policlínico de Milán se ocupó de su seguimiento hasta el año 2003. Después, se dirigió a una doctora que trabaja para un ente ligado a este mismo hospital y a la que visitaba de vez en cuando. La facultativa está ahora preparando un informe detallado sobre las condiciones de salud de su paciente y los problemas mentales que sufre.