KABUL, 13 Ago. (Reuters/EP) -
El Mando de las fuerzas de Estados Unidos en Afganistán ha asegurado que un ataque aéreo que llevó a cabo esta semana acabó con la vida de Abdul Rahman, el emir de la filial afgana de Estado Islámico en la provincia de Kunar, en el este del país centroasiático.
El ataque aéreo lanzado el jueves mató a varios altos cargos de Jorasán, la filial de Estado Islámico en Afganistán. "La muerte de Abdul Rahman supone otro golpe al liderazgo de Estado Islámico-Jorasán", ha destacado el jefe de las fuerzas de Estados Unidos en Afganistán, el general John Nicholson.
El ataque acabó con la vida de al menos otros tres altos cargos del grupo terrorista en Kunar. El general Nicholson ha prometido que sus tropas derrotarán este años a los milicianos de Estado Islámico en Afganistán.
El emir del grupo terrorista en Afganistán, Abú Sayed, murió en julio por un ataque aéreo estadounidense, siendo el tercer emir de Estado Islámico abatido en Afganistán desde julio de 2016. En abril, el general Nicholson ordenó el lanzamiento de la llamada 'madre de todas las bombas' contra las posiciones de Estado Islámico en Nangarhar, la mayor bomba no nuclear empleada por Estados Unidos en combate.
El sábado, las autoridades afganas aseguraron que unos 16 civiles, incluidas mujeres y niños, murieron en un ataque aéreo lanzado por Estados Unidos en Nangarhar, aunque los mandos estadounidenses negaron haber causado bajas civiles y aseguraron que solo habían muerto milicianos.
Como parte de la ofensiva reforzada contra Estado Islámico y los talibán, la Fuerza Aérea de Estados Unidos ha lanzado cerca de 2.000 bombas en el país centroasiático desde finales de julio, frente a los 1.400 proyectiles empleados en todo 2016.
