El Gobierno sienta a la mesa de negociaciones a las dos guerrillas colombianas

Guerrilleros del ELN
JAIME SALDARRIAGA / REUTERS
Actualizado: miércoles, 30 marzo 2016 20:29


BOGOTÁ, 30 Mar. (EDIZIONES) -

El Gobierno de Juan Manuel Santos ha conseguido sentar a la mesa de negociaciones a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Es la primera vez en 20 años que las dos grandes guerrillas hablan de paz con el Gobierno al mismo tiempo, por lo que las expectativas son inmensas.

Frank Pearl, ex Alto Comisionado para la Paz, y 'Antonio García', uno de los líderes del grupo armado, llevan dos años dirigiendo los "contactos exploratorios" con el ELN para acordar una agenda de paz de seis puntos que ponga fin a una lucha de medio siglo.

Los intentos para sellar la paz con FARC y ELN han sido numerosísimos y han tenido distintas dinámicas y escenarios pero ninguno ha sido tan fiable como el actual debido a la confluencia de las dos guerrillas y --sobre todo-- a la cercanía del acuerdo definitivo con las FARC.

Las negociaciones con la principal guerrilla colombiana arrancaron en otoño de 2012 y desde entonces Santos ha expresado su deseo de sumar al ELN al proceso de paz, pero los rebeldes liderados por Nicolás Rodríguez Bautista, alias 'Gabino', se han resistido.

El propio Santos ha destacado en su mensaje a la nación de este miércoles que, si bien "la paz es una", FARC y ELN "son organizaciones muy diferentes" que, en consecuencia necesitan procesos específicos que conduzcan al fin del conflicto.

Así, el Gobierno aprovechará parte de lo acordado con las FARC --como la Comisión de la Verdad y la Jurisdicción Especial para la Paz--, pero las negociaciones seguirán con agendas distintas que obedecen a las características de cada guerrilla.

"Dos mesas, un solo proceso", ha subrayado 'Iván Márquez', jefe negociador y 'número dos' de las FARC. "Con el pueblo, juntos hacia la paz con justicia social: momento histórico para Colombia", ha destacado en Twitter.

Esta convergencia es la que garantiza "una paz estable y duradera", en palabras de Santos, que prepara ya la Colombia del postconflicto con el apoyo jurídico, político y --muy especialmente-- financiero de la comunidad internacional.

20 AÑOS EN BLANCO

El primer intento para juntar a las dos guerrillas en un mismo proceso de paz data de 1974, durante el Gobierno de Alfonso López, una década después de que el ELN se levantara en armas siguiendo los ideales marxistas-leninistas del revolucionario Ernesto 'Ché' Guevara.

Los sucesivos gobiernos de Belisario Betancur y Virgilio Barco, en la década de los 80, también lo intentaron pero no fue hasta la Presidencia de César Gaviria (1990-1994) cuando FARC y ELN y las demás guerrillas colombianas se lanzaron a un proceso de paz conjunto.

Sin embargo, la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar se desmoronó y Gaviria solo llegó a acuerdos concretos con el M-19, reconvertido en partido político, y el Ejército Popular de Liberación, dedicado ahora al narcotráfico.

Ernesto Samper ha sido, sin duda, quien más cerca ha estado de firmar la paz con el ELN. Llegó a cerrar dos acuerdos parciales con la guerrilla, uno en Madrid y otro en Maguncia (Alemania), pero el diálogo saltó por los aires por el atentado contra el Oleoducto Central, en el que 70 personas murieron calcinadas.

Andrés Pastrana trató igualmente de incorporar al ELN al proceso del Caguán --hasta ahora el diálogo más avanzado con las FARC-- pero el secuestro de un avión en Magdalena Medio dinamitó los contactos con las dos guerrillas.

En la etapa de Álvaro Uribe, el Gobierno mantuvo contactos secretos con los dos grupos armados pero no llegó a oficializar ninguno de ellos y desató una de las ofensivas militares más potentes contra los insurgentes colombianos.

LA PRIMERA PAZ

Ahora es el turno de Santos, que ha sufrido una auténtica metamorfosis, desde el ministro de Defensa que más duramente golpeó a las FARC con el Gobierno de Uribe hasta el presidente que podría traer la paz definitiva a Colombia.

El principal aliciente es el diálogo con las FARC en La Habana. En apenas unas "semanas" --según reveló el ministro de Justicia, Yesid Reyes, a Europa Press-- podría firmarse el acuerdo definitivo con la primera guerrilla.

Gobierno y FARC han suscrito acuerdos parciales sobre desarrollo agrario y rural, participación política, cultivos ilícitos y víctimas. Por delante quedan solamente los puntos acerca del fin del conflicto y la ratificación y verificación de lo pactado.

Una vez sellado el fin de la guerra con las FARC, el horizonte queda prácticamente despejado para desarmar también al ELN y abrir una nueva era en la que Colombia --tal y como ha avanzado Santos-- tendrá que dirigir su lucha al crimen organizado.