Una mujer iraquí desplazada de Mosul con su bebé
MARKO DJURICA / REUTERS
Actualizado: miércoles, 12 abril 2017 21:01

MADRID, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -

La batalla por el oeste de la ciudad de Mosul entre las fuerzas del Ejército iraquí y los milicianos del Estado Islámico está forzando a cientos de mujeres a punto de dar a luz, algunas de ellas menores de edad, a huir para salvar sus vidas y, en algunos casos, tener que parir durante la huida, según ha alertado este miércoles la ONG Save The Children.

Layla es uno de los bebés que han nacido durante la huida de su madre de Mosul. La pequeña tiene tan sólo tres días y nació entre los escombros de una casa abandonada, entre disparos y bombardeos. Su madre, Rehab, tiene tan sólo 17 años y estaba a punto de salir de cuentas cuando los continuos ataques contra su barrio la forzaron a ella y a su familia a huir en mitad de la noche. La joven no hacía más que caerse durante el camino y el esfuerzo físico hizo que rompiera aguas de forma repentina.

"Me puse de parto en la carretera. Tenía mucho miedo por mí y por el bebé, pero mi madre y otra mujer me ayudaron", ha contado Rehab. "Fue muy rápido, unos 15 minutos. Descansamos durante media hora y luego seguimos huyendo", ha añadido. La joven y su familia se encuentran en el centro de recepción de desplazados internos de Haman al Alil, donde más de 242.000 personas se han registrado desde que comenzó la ofensiva.

La mayor parte de la gente que huye de Mosul se instala rápidamente en otras localidades con la ayuda de familiares y amigos. No obstante, miles de personas llegan cada día y el recinto se encuentra desbordado. Save The Children opera en el centro distribuyendo agua, artículos de higiene y kits para recién nacidos y está construyendo letrinas.

Lubna tiene 20 días y lleva dos semanas en el centro. Su madre de 15 años, Reem, estuvo de parto dos días, pero no pudo tener asistencia médica a causa de los combates en el distrito de Mosul donde vivía. En el momento en que sacó fuerzas, ella y su madre, Masa, huyeron junto a otros miembros de la familia.

"Su parto fue muy duro, muy muy duro, pero no podíamos hacer nada por la violencia en las calles. Habían matado a mi hermano y queríamos irnos, pero Reem estaba demasiado débil, así que nos quedamos cinco días y después huimos. Gracias a Dios, Lubna está bien, pero estamos muy preocupados por ella, por si se pone enferma en un sitio como este", ha contado Masa.

"La situación dentro del centro de recepción es extremadamente pobre y hay una grave escasez de comida, agua y mantas. Familias enteras están durmiendo sobre cartones, abrazándose para darse calor", ha asegurado Aram Shakaram, directora adjunta de Save the Children en Irak. "Bebés muy pequeños, algunos de días o semanas de vida, y sus madres, algunas de 15 años, no tienen la ayuda que necesitan", ha añadido.

"Con 325.000 personas desplazadas desde que comenzó la ofensiva en Mosul y miles llegando cada día, es imperativo que consigamos más fondos para ayudar a las madres y a los bebés que están comenzando sus vidas en los campos", ha concluido Shakaram.

Las fuerzas iraquíes han recuperado la mayor parte de la ciudad, pero están encontrando grandes dificultades a la hora de expulsar a los milicianos del oeste de la ciudad, donde se encuentra el casco histórico.

Los habitantes que han logrado escapar de la ciudad alegan que apenas hay comida ni medicamentos dentro de Mosul, donde la mayoría de la población tiene que sobrevivir a base de masa de harina y agua. Los pocos alimentos que quedan son demasiado caros para los civiles y los utilizan los yihadistas para alimentar a sus tropas.

Los milicianos yihadistas están prácticamente rodeados en la parte occidental de Mosul, donde aún quedan unos 750.000 civiles tras la toma de la parte oriental de la ciudad el pasado mes de enero tras más de tres meses de combates.

Unos 400.000 civiles más podrían tener que huir de sus hogares como consecuencia de los combates en el oeste, muy afectado ya por la escasez de alimentos y combustibles, según advirtió el sábado la coordinadora humanitaria de la ONU para Irak, Lise Grande.