Actualizado: jueves, 8 junio 2017 19:16

KUALA LUMPUR, 8 Jun. (Thomson Reuters Foundation/EP) -

Al menos 2.290 niños refugiados se encuentran en condiciones "peligrosas y terribles" en centros de detención de Tailandia, Malasia e Indonesia desde 2016, según han informado Save The Childen y la Red de Derechos de los Refugiados de Asia-Pacífico, que han denunciado hacinamiento y falta de atención médica.

Los tres países del sureste asiático son puntos clave en las rutas de tránsito de miles de refugiados y solicitantes de asilo de países como Birmania, Bangladesh o Afganistán, que intentan llegar a Australia. A pesar de tratarse de refugiados, a menudo son interceptados durante el viaje y tratados por las autoridades como inmigrantes ilegales, por lo que son detenidos e ingresados en prisión.

"Estos niños no deberían ser tratados como criminales", ha advertido el director en funciones en Asia de Save the Children, Mike Novell, quien ha añadido que "el impacto que supone este entorno en los niños es extremadamente perjudicial". Novell ha explicado que estas circunstancias pueden dar lugar a retrasos en el desarrollo o empujar a los niños a la autolesión, y ha subrayado que están expuestos a un riesgo real de violencia, abuso y explotación sexual.

Basado en el análisis de las políticas de inmigración y en entrevistas con un pequeño número de niños, el informe denuncia que los niños son detenidos sin la presencia de adultos y separados de sus familias. Algunos se ven forzados a dormir "en espacios estrechos y condiciones precarias", denuncian las ONG en el informe, en el que añaden que se proporciona comida "incomestible".

Además, algunos niños están en celdas en las que hay dificultad para respirar debido al calor y en algunas ocasiones en salas abarrotadas en las que no cabe la posibilidad de estirar las piernas. Por otra parte, en el documento se denuncia la "gran cantidad de gérmenes", también a causa del calor, y se cita el caso de una niña de 14 años detenida en una celda con otras 150 personas.

Ambas ONG han asegurado que aunque el número de niños detenidos en Asia y el Pacífico se ha reducido en más del 50 por ciento en 2016 en comparación con 2014, los países deben poner fin a la detención de menores por completo. En Australia, donde casi todos los menores han sido puestos en libertad en los últimos años, han instado al Gobierno a revisar las leyes del país que todavía permiten esta práctica.

"Los gobiernos deben disponer viviendas de acogida o cuidado tutelado para los menores no acompañados", han aclamado las ONG, argumentando que existen alternativas más humanas y baratas.

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