BANGUI, 30 May. (Reuters/EP) -
La presidenta de República Centroafricana, Catherine Samba-Panza, ha acusado a los "enemigos de la paz" de aprovecharse del actual periodo de inestabilidad política y social para intentar desestabilizar al actual Gobierno interino.
Bangui ha vivido este viernes su segundo día consecutivo de protestas violentas, tras un ataque perpetrado el miércoles por musulmanes contra una iglesia que concluyó con la muerte de al menos 17 personas y la desaparición de otras 27.
Miles de personas se han manifestado por el centro de la capital para pedir la dimisión de Samba-Panza y la retirada de los militares burundeses, acusados por los cristianos de favorecer a la comunidad musulmana.
La presidenta se ha dirigido a la nación y ha prometido que el ataque contra Nuestra Señora de Fátima no quedará impune. "El odio entre comunidades está siendo aprovechado sin ninguna vergüenza por los enemigos de la paz que quieren otro Gobierno de transición y que no escatimarán los esfuerzos de la actual administración para reconciliar a cristianos y musulmanes", ha denunciado.
La mandataria ha decretado tres días de luto nacional por el ataque contra la iglesia y ha instado a los manifestantes a retirar todas las barricadas instaladas en las calles de Francia. Los militares franceses han utilizado maquinaria pesada para comenzar a apartar vehículos y barreras.
DOS MUERTOS
Al menos dos personas han muerto este viernes después de que 'cascos azules' burundeses abrieran fuego contra un grupo de manifestantes armados en Bangui, ha informado un portavoz de la Misión de la Unión Africana en República Centroafricana (MISCA), Francis Che. Los militares habrían respondido a un tiroteo anterior.
Según la versión de la MISCA, los 'cascos azules' se incautaron de dos armas de fuego y una granada de mano durante su actuación, pero los manifestantes han alegado que iban desarmados. En este sentido, han dicho que únicamente querían hablar con el responsable de la misión de la ONU en el país.
"Nos reunimos aquí esta mañana, con mujeres y niños y sin armas, y los burundeses mataron a cinco personas", ha denunciado Eric Sako, empresario, dando además un nuevo balance de víctimas. "Estábamos en las oficinas de la ONU para intentar explicarnos y abrieron fuego contra nosotros", ha añadido.
