Jiménez contraria a reformar el acuerdo por motivos "coyunturales" como la llegada de inmigrantes por las revueltas árabes
MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
España está en contra de dar marcha atrás en el espacio europeo sin fronteras Schengen y "no es partidario" de reformar este acuerdo por motivos "coyunturales y temporales" como la llegada de inmigrantes por la ola de cambios en el norte de Africa y la crisis libia, ha indicado este martes la ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez.
Así se ha pronunciado en declaraciones a los medios de comunicación en los pasillos del Senado al ser preguntada por la voluntad de Francia e Italia de reformar el Acuerdo de Schengen para adaptarlo a la realidad de las crisis en el norte de Africa, que han provocado el aumento del número de inmigrantes que llegan a los países ribereños europeos.
"El Gobierno de España no es partidario de tomar decisiones en función de cómo evolucionan acontecimientos que desde nuestro punto de vista pueden tener un carácter coyuntural y temporal", ha advertido la ministra, que ha destacado que hasta el momento el espacio Schengen ha funcionado "muy bien". "No somos partidarios de entrar en modificaciones de algo en lo que consideramos que hemos venido avanzando", ha insistido.
El espacio Schengen representa un territorio donde está garantizada la libre circulación de las personas. Los Estados participantes han suprimido todas las fronteras interiores y en su lugar han establecido una única frontera exterior.
En la actualidad, forman parte del espacio Schengen todos los Estados miembros de la UE salvo Rumanía, Bulgaria y Chipre, por no cumplir las condiciones, y Reino Unido e Irlanda, porque no quieren suprimir sus fronteras. También participan Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein.
Jiménez también ha destacado que Schengen funciona "con la coordinación y cooperación de todos los países" que forman parte del acuerdo, y ha remarcado que hasta la fecha no ha habido ninguna propuesta "formal" pidiendo una reforma de Schengen, más allá de las declaraciones que han hecho responsables de los Gobiernos de Francia e Italia.
La jefa de la diplomacia española ha indicado que no ha hablado de esta cuestión con sus colegas francés e italiano y ha considerado que serán los ministros europeos de Interior y de Justicia a los que competa abordar el asunto.
Ha insistido en que los europeos disponen de "mecanismos para ordenar los flujos migratorios", para "coordinar" sus decisiones y posiciones en esta materia pero ha reiterado que España no quiere "dar marcha atrás en todas aquellas conquistas y avances" conseguidas en el seno de la UE.
Horas antes, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores e Iberoamericanos, Juan Antonio Yáñez-Barnuevo, abogaba por estar "muy atentos" para que conquistas de la construcción europea como el espacio Schengen, logradas "con gran trabajo y dificultad a lo largo de los años no se venga abajo de ninguna manera", sino que "se mantenga, se potencie, se perfeccione y se ajuste o desarrole pero siempre con un enfoque europeo".
"Sería una catástrofe que volviéramos a actitudes egoístas y nacionalistas que no nos conducirían a ninguna parte", señalaba en la Comisión Mixta de diputados y senadores para la UE, celebrada en el Congreso de los Diputados.
