MADRID, 2 Jul. (Portaltic) -
Los drones pueden tener cierto parecido con un avión teledirigido, pero no son juguetes, ni mucho menos. Aunque la mayoría de ellos tienen aplicaciones lúdicas y son tan inofensivos como una mascota, otros se destinan a los conflictos bélicos y se cobran cientos de vida que se quedan en simples datos estadísticos. Es lo que precisamente denuncia la artista de Los Ángeles que ha construido una máquina que efectúa un disparo por cada fallecido a manos de un dron estadounidense.
La máquina, bautizada con el nombre de Artificial Killing Machine (que no deja lugar a dudas), está permanentemente conectada a una base de datos pública con los ataques aéreos militares de EEUU, incluyendo las ofensivas perpetradas por drones.
Cuando uno de estos aviones no tripulados arremete contra el enemigo en algún lugar del mundo y se cobra una vida humana, la máquina se activa y dispara una de las 15 pistola de fogueo que la componen, para así visibilizar los datos de estos ataques letales, que de otra forma pasarían desapercibidos en los registros militares del país.
La obra de arte insta además a los visitantes a sentarse bajo el inocuo arsenal de armas para esperar allí el siguiente tiro y sentir sobre sus cabezas un bombardeo de drones.
La cosa no acaba ahí, ya que la máquina imprime un papel con información detallada sobre dónde se produjo el ataque y cuántas personas fallecieron en el mismo.
