Esta mujer no lleva wearables; se los implanta bajo la piel

Actualizado: sábado, 1 agosto 2015 11:58
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   MADRID, 1 Ago. (Portaltic) -

   Como venimos viendo desde hace meses, los 'wearables' se están integrando en nuestro cuerpo hasta el punto de sobrepasar la propia piel en forma de tatuajes digitales y implantes electrónicos. Muestra de ello es Alexia Mckenzie, la empleada de una empresa de diseño de 'hardware' en San Francisco que ha optado por llevar el concepto de tecnología ponible a otro nivel y hacer de su casa y su propio cuerpo el único 'hardware' necesario para controlar todo el entorno doméstico.

   En un intento de automatizar su vida al máximo, Alexia Mckenzie ha desplegado toda una serie de sensores en su casa que, unidos a un implante subdérmico en su muñeca, le eximen de engorrosas tareas domésticas tales como hacer la colada, revisar el buzón o abrir la puerta de la calle, según ha informado Wired.

   Para ello, Mckenzie ha instalado un sensor que le avisa de la llegada de la correspondencia, una webcam que le muestra una visión del rellano a través su teléfono y una 'app' con la que controlar el programa de la lavadora.

   Pero la casa inteligente de Mckenzie no queda ahí; mientras está en el trabajo, su nevera se llena sola a través del envío a domicilio de Instacart, sus plantas se riegan de forma remota y su ventilador se conecta a una temperatura específica. Como el control simultáneo de todas estas funciones le resultaba complicado, Mckenzie decidió implantarse un imán bajo de la piel de su mano izquierda para interactuar con los dispositivos electrónicos, entre ellos, el altavoz con el que aparece en la imagen.

   El caso de Mckenzie, igual que el de Seth Wahle, revelan que el siguiente paso lógico en la tecnología ponible, tras la ropa interior inteligente, los tatuajes y los implantes subdérmicos, es el 'biohacking' o el uso de dispositivos para mejorar de los procesos naturales del cuerpo humano.

   Cabe preguntarse qué pasará cuándo la información confidencial sea, literalmente, "sensible" y las contraseñas estén bajo la piel de nuestra mano, al alcance de un simple apretón de cualquiera.