TOKIO, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Japón y la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) han elaborado un nuevo calendario para el desmantelamiento de la central nuclear de Fukushima-1, en el que prevén adelantar la retirada de las barras de combustible gastadas de dos reactores.
De acuerdo con la nueva 'hoja de ruta' --recogida por la televisión pública NHK--, las tareas para desmantelar los reactores uno y dos comenzarán en la primera mitad de los años fiscales 2022 y 2024, respectivamente.
En cuanto a los demás reactores de Fukushima-1, el Gobierno y TEPCO han acordado que, tal y como estaba previsto, el desmantelamiento del reactor tres comience en la segunda mitad del año fiscal 2021, mientras que el cuatro sigue sin fecha, debido a su mal estado.
A lo largo de estos dos años, se han trazado varios planes para el desmantelamiento de los reactores de Fukushima-1. El más ambicioso de todos ellos preveía el del uno y el dos para la primera mitad del año fiscal 2020.
La volatilidad de estos planes se debe, sobre todo, a que dependen de la estabilidad de los reactores, que cambia a medida que TEPCO implementa nuevas tecnologías para reducir los niveles de radiactividad.
El nuevo calendario es fruto de las recomendaciones formuladas por el Ministerio de Industria y la Agencia de Seguridad Nuclear. El Gobierno lo aprobará de forma definitiva a final de este mes, después de escuchar a las autoridades locales.
El 11 de marzo de 2011, un terremoto y un tsunami arrasaron la costa de la prefectura japonesa de Fukushima (noreste), dando lugar al peor accidente nuclear de la historia, junto al de la central de Chernóbil, en Ucrania.
Fukushima-1 estaba preparada para un terremoto, ya que Japón se asienta sobre una falla, pero no para un tsunami, por lo que el azote del mar provocó varias explosiones de hidrógeno que hicieron que los núcleos de algunos de sus reactores se fundieran parcialmente.
Ello provocó la liberación de una gran cantidad de partículas radiactivas a la atmósfera. Desde entonces, operadores de TEPCO --que gestiona Fukushima-1-- tratan de enfriar la central nuclear bombeando agua hacia sus seis reactores.
La gran cantidad necesaria para devolver a Fukushima-1 a niveles seguros de radiactividad ha obligado a construir tanques subterráneos para almacenar el agua contaminada, pero en los últimos meses se han producido varias filtraciones.