ALMERÍA 7 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Agricultura y Pesca, a través del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (Ifapa), ha destinado más de 200.000 euros a una nueva línea de trabajo enmarcada en el Área de Mejora y Biotecnología de cultivos y que integra varios proyectos con el fin de mejorar la competitividad de los productos hortícolas, como la calabaza o el calabacín, así como dotarles de valor añadido.
Esta línea de trabajo que presentó hoy por el presidente de Ifapa, Javier de las Nieves, busca desarrollar nuevas variedades de hortalizas como el calabacín, cuarto cultivo en importancia en cuanto a productividad y rentabilidad, cuya producción nacional está en torno a 300.000 toneladas anuales de las que el 70 por ciento se concentra en la provincia de Almería.
El Centro Ifapa 'La Mojonera' de Almería lidera esta línea de trabajo que integra concretamente tres proyectos que ya están en marcha: uno para la mejora genética de cultivo de calabacín, un segundo para la mejora competitiva de este mismo producto según su calidad y resistencia a enfermedades, y un tercero para la ampliación del banco de germoplasma con variedades tradicionales de calabaza y calabacín.
El principal objetivo del proyecto para la mejora genética del cultivo de calabacín es el desarrollo de programas de mejora clásica y la identificación de genes que permitan obtener variedades con mayor productividad, con menores requisitos de insumos, mayor calidad sensorial y nutricional y adaptadas a la IV gama.
Para la mejora competitiva de este producto hortícola, los investigadores de Ifapa establecerán las bases moleculares de la mejora genética del calabacín, de forma que usarán los "más novedosos desarrollos biotecnológicos" como la genómica. De esta forma, conseguirán un mapa genético que potenciará los programas actuales para obtener variedades con frutos de mayor vida útil y mayor contenidos en carotenos, entre otras propiedades.
La línea de trabajo también contempla la ampliación del banco de germoplasma con variedades tradicionales de calabaza y calabacín, con el fin de constituir un "auténtico reservorio" de variabilidad genética para el desarrollo de variedades comerciales que incorporen los caracteres favorables de los productos hortícolas tradicionales , como el sabor o tipología del fruto.
(EUROPA PRESS)