ALMERÍA, 8 May. (EUROPA PRESS) - La Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía, Feragua, exigió hoy al Gobierno andaluz la ejecución urgente de la tubería entre la planta desaladora de Carboneras (Almería) y el Levante de la provincia.
En un comunicado, el colectivo anunció que la junta general ordinaria celebrada hoy acordó diez retos "fundamentales" y "urgentes" para la nueva legislatura, de los que el primero, según detalló, es el cumplimiento del compromiso de aumentar en más de 1.000 hectómetros cúbicos los recursos hídricos de la región.
Para esto, los regantes reclamaron actuaciones como la ejecución de la tubería entre Carboneras y el Levante, así como la puesta en funcionamiento y a pleno rendimiento de los embalses de la Breña II (Córdoba), Arenoso (Córdoba), Rules (Granada), Giribaile y Siles (Jaén), Andévalo (Huelva) y Melonares (Sevilla), actualmente en construcción o en fase de llenado.
Asimismo incidieron en el inicio "inmediato" de la construcción de los embalses de Alcolea (Huelva), Recrecimiento de la Concepción (Málaga), Cerro Blanco (Málaga), San Calixto (Sevilla), y la Balsa del Llano del Cadimo (Jaén), así como, entre otras actuaciones, terminar la puesta en riego de las obras del Plan Coordinado de las zonas regables del Genil-Cabra (Córdoba) y Chanza-Piedras (Huelva) y las mejoras del regadío del Bajo Guadalquivir (Sevilla).
Feragua pidió también ayudas públicas para la instalación a nivel de parcela de eficientes sistemas de aplicación del riego --localizado y aspersión--, que exigirán una inversión en las cuencas andaluzas de más de 750 millones de euros, sin la cual carecerán de efectividad los más de 1.500 millones que entre administraciones públicas y usuarios ya han invertido o comprometido para modernizar las infraestructuras generales de transporte y distribución.
Las comunidades solicitaron también que se extremen la vigilancia y control de las demandas existentes para evitar el aumento de nuevas demandas en cuencas deficitarias que no estén aprobadas por la planificación hidrológica vigente reactivando el "Plan Punto Cero" e impidiendo y sancionando las actuaciones ilegales y abandonar cualquier iniciativa de nuevos usos con reutilización de aguas regeneradas para el regadío del Guadalquivir.
Otra de sus reivindicaciones es que la desalación se contemple únicamente como una solución aplicable para el regadío del litoral y sólo como fuente complementaria y alternativa a embalses, trasvases, pozos y reutilización, descartando su aplicación para el resto del regadío andaluz, por sus altos costes económicos y medioambientales.
A estas se añade su petición de otorgar los puestos de dirección y coordinación de los necesarios servicios provinciales de la administración hidráulica a profesionales con experiencia en la gestión hidráulica y preferiblemente sin afiliación política, a fin de garantizar una gestión eficiente, racional y despolitizada y otorgar a las Comunidades de Regantes la representatividad en los órganos de participación de la administración hidráulica que tienen en el resto de España.
Por último, Feragua hizo hincapié en garantizar la preservación del principio de unidad de cuenca en el proceso de transferencia del Guadalquivir, mantener una posición de imparcialidad hacia el movimiento asociativo del regadío y desarrollar una política hidráulica basada en el diálogo y en el acuerdo con los usuarios.
