ALMERÍA, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -
El recién nacido hallado ayer en el interior de un contenedor de basura de Almería capital y a quien la Policía Nacional ha bautizado Mario se encuentra en buen estado de salud tras superar la "leve hipotermia" que presentaba al ingresar en la Unidad de Neonatología del complejo hospitalario de Torrecárdenas.
En rueda de prensa, la pediatra que le atendió, Yolanda González, explicó que el bebé evoluciona favorablemente, ya que, al margen del descenso de la temperatura corporal, el peso y características físicas --3,5 kilos y 50 centímetros-- indican que la gestación fue buena y "llegó a término".
Mario, a quien en un primer momento se instaló en una cuna térmica y se le dio una toma de biberón, permaneció menos de 15 minutos abandonado en el contenedor en el que fue encontrado por una mujer pasadas las 20.00 horas, vestido con una "blusita y una mantita" de las que se suministran en los hospitales.
Según explicó el director médico de Torrecárdenas, Antonio Bonillo, conservaba, asimismo, la pinza en el cordón umbilical "habitualmente usada en los centros sanitarios", por lo que se le calcula una edad de tres o cuatro días.
Bonillo declinó, no obstante, localizar el hospital en el que tuvo lugar el alumbramiento del bebé, aunque, según confirmó, es de raza blanca y sospechan que se habría producido en la provincia. Sí aludió a las muestras de sangre y huellas dactilares que se toman por norma a los recién nacidos y sus madres, que podrían conducir a la identificación de la progenitora.
El equipo médico calcula que Mario, quien de momento está bajo custodia delegada del hospital, podría ser dado dado de alta en las próximas 48 horas, tras las que, una vez dictada la orden de desamparo, pasaría a disposición de la Delegación provincial para la Igualdad y el Bienestar Social de la Junta de Andalucía.
La autora del descubrimiento fue una mujer que caminaba por la carretera de Ronda en dirección a la estación de autobuses. Oyó el llanto de un bebé y, extrañada al no ver ninguno en su entorno inmediato, inspeccionó visualmente la zona.
Dado que el llanto no cesaba, según su propio relato, acabó abriendo un contenedor de basura ubicado frente a los salones y restaurantes Martín Fierro, en los alrededores de la Comandancia de la Guardia Civil, donde encontró al recién nacido entre residuos y desperdicios.
Inmediatamente, la mujer alertó a los servicios de urgencia y la Policía Nacional, la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES) y la Consejería para la Igualdad y el Bienestar Social que activaron el dispositivo para menores en situación de desamparo.