ALMERÍA 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Centro Andaluz de la Fotografía (CAF) se ha sumado este jueves a la felicitación al fotógrafo sevillano Rafael Sanz Lobato, distinguido con el Premio Nacional de Fotografía 2011 por el Ministerio de Cultura al constituir su obra, según palabras del jurado, "un puente entre la nueva vanguardia neorrealista de la posguerra y los métodos de observación fotográfica posteriores al 68".
Sanz Lobato pertenece a una generación perdida que no siempre obtuvo la relevancia merecida, motivo por el cual el CAF organizó la exposición Trabajos de campo en colaboración con la Fundación Foto Colectania sobre su trayectoria y la de Cristóbal Hara, llevándola hasta las ciudades de Barcelona, Sevilla y Almería entre 2009 y 2010, ha indicado la institución en un comunicado.
El nuevo premio nacional de fotografía nació en Sevilla en 1932 y siempre estuvo muy vinculado al mundo de la fotografía. En 1964 ingresó en la Real Sociedad Fotográfica y en 1966 fundó el grupo La Colmena junto a otros fotógrafos como Carlos H. Corcho, Sigfrido de Guzmán, Nieto Canedo o Donato de Blas. Unos años más tarde se involucró en otro grupo, el llamado Grupo 5, en el que compartía experiencias con Corcho, Vila Masip, Sanchis Soler y Juan Antonio Sáenz.
Lobato desarrolló desde el principio una fotografía centrada en escenas costumbristas del campo, tradiciones festivas y el retrato, siendo pionero del documentalismo fotográfico en nuestro país. Cuenta con una obra de gran nivel desde una óptica clásica y con especial observación del hecho retratado, decantándose por un planteamiento intimista, que capta los personajes que se preparan para la Semana Santa o que asisten a un entierro.
Desarrolló un excelente y coherente trabajo a lo largo de su vida, incluso convirtiéndose en maestro de otros fotógrafos ya que es notoria su influencia en la obra de Cristina García Rodero, ha resaltado el CAF. Pero aún así --continúa-- era un autor poco conocido por el gran público. De ahí su definición de artista a contracorriente.
Así, mientras en los años 70 se impuso un tipo de fotografía experimental, dejando de lado cualquier otra corriente, Lobato prefirió mantener su creación independiente, perseverando en su modo de trabajar aunque ello implicara quedarse al margen. Es así como creó una trayectoria propia y personal, un estilo propio, ahora ampliamente reconocida en el mundo de la fotografía.