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ALMERÍA 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de lo Penal número 4 de Almería ha condenado a penas de multa por distintos delitos de lesiones tanto al concejal socialista de Alsodux (Almería), José Manuel Gil, como al vecino que concurrió a las últimas elecciones municipales como cabeza de lista de Vox, Miguel Amate, en lo que la juez señala como un enfrentamiento "recíproco" sin que llegara a emplearse ninguna piedra para atentar contra el edil.
La sentencia, consultada por Europa Press, impone al concejal por dos delitos de lesiones leves un total de cuatro meses de multa a razón de tres euros diarios y el pago de 360 euros en indemnizaciones a favor el coacusado y su mujer, mientras que al agresor del edil del PSOE le impone una pena de cuatro meses de multa a razón de tres euros diarios por un delito de lesiones y el pago de 1.410 euros por las lesiones ocasionadas, ya que le fracturó la nariz.
La juez da por probada la "enemistad" existente de forma previa entre el concejal socialista y el matrimonio, lo que achaca a la concurrencia de Amate a las últimas elecciones municipales en representación de Vox, si bien descarta la existencia de un delito de odio como causa de los hechos.
En el mismo sentido, también rechaza las acusaciones de atentado a funcionario público al considerar que, en el momento del enfrentamiento y posterior pelea, el concejal "no estaba desarrollando funciones propias de su cargo" como representante del Ayuntamiento.
Así, expone que la acción de Amate, defendido por el letrado Miguel Martínez en este caso, se debió únicamente como "represalia frente al ataque perpetrado contra su esposa", de forma previa por el concejal, según los hechos probados durante el juicio.
En este sentido, señala que sobre las 20,30 horas del pasado 7 de julio, el concejal circulaba a bordo de su vehículo cuando pasó por la puerta de la vivienda del matrimonio, donde estaba la mujer con la que se originó una discusión en la que el edil les dijo "os odiamos, os tenemos que echar del pueblo, fachas de mierda".
Así, ve acreditado que el concejal se apeó del vehículo y "con ánimo de menoscabar su integridad física", se abalanzó sobre la mujer a la que "cogió del cuello" y "la empujó contra el murete de la vivienda", mientras le profería expresiones como "hija de puta". La mujer logró zafarse de su agarre e introducirse en el interior de la vivienda.
Con ello, apunta que el esposo de la mujer salió de la vivienda al percatarse de los hechos y se aproximó al vehículo en el que nuevamente se había introducido el concejal para "recriminarle su conducta".
De este modo, señala que el hombre agredió "con la mano" al concejal a través de la ventanilla del vehículo, que estaba abierta. Fue entonces cuando el representante municipal se bajó del vehículo "para responder a la agresión" de tal modo que ambos se enzarzaron en una pelea en la que "se propinaron golpes mutuos, teniendo que ser separados por otros vecinos".
La juez achaca a esta pelea la fractura de nariz que presentaba el edil, quien originalmente denunció haber sido agredido con una piedra cuando se encontraba en el interior del coche por parte del coacusado, que también presentaba abrasiones y erosiones en varias partes del cuerpo.
La resolución judicial da cuenta de la "minuciosidad, persistencia y plena coincidencia" de las manifestaciones realizadas por los dos miembros del matrimonio "corroboradas entre sí", así como por los partes facultativos que daban cuenta de sus lesiones.
Igualmente, destaca la versión aportada por dos testigos, vecinos del pueblo, que vieron la escena definida como un "acometimiento recíproco entre dos varones, en la que no medió el empleo de ninguna piedra", según destaca la juez, que ve de "extrema exageración" la manifestación del concejal y los testigos que aportó.