TS confirma prisión para un hombre que metió en España a otro en la parte trasera de una furgoneta

Actualizado: viernes, 28 febrero 2014 11:38

ALMERÍA, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Tribunal Supremo ha confirmado la pena de dos años de cárcel a un ciudadano marroquí de 34 años que, en septiembre de 2012, intentó introducir en España a un compatriota escondido en una furgoneta que fue interceptada al desembarcar de uno de los ferrys que cubren la conexión marítima entre el puerto de la capital almeriense y Nador (Marruecos).

El Alto Tribunal desestima el recurso de casación interpuesto por el acusado, T.H., y ratifica el fallo de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería que lo condenó como autor de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.

La sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, remarca que ha quedado acreditado que llevaba "oculto" en su vehículo, "totalmente tapado con bultos y maletas ad hoc", a una persona para que pudiera cruzar la frontera "sin reunir los requisitos necesarios".

La furgoneta conducida por el acusado fue interceptada por la Policía Nacional en el control de pasajeros y de vehículos que desembarcaban en la mañana del 29 de septiembre del buque 'Wisteria' en el puerto de la capital almeriense.

El tribunal rechaza que, tal y como sostuvo T.H. en el acto de juicio oral, el inmigrante se introdujera "solo" en el interior de la furgoneta al "quedarse la puerta abierta" por estar el "mando roto" y alude a la testifical de dos policías, quienes sostuvieron que precisó "ayuda de un tercero" dada la disposición de "los bultos, cama y maletas" y que la persona "estaba muy oculta".

Así, estima que las explicaciones exculpatorios que dio el acusado "no resultan creíbles conforme a la lógica y los criterios humanos" ya que un perito afirmó en sala que la puerta del coche "no se cerraba con mando" y que funcionaba "con llaves".

El fallo de la Audiencia Provincial ya restaba verosimilitud al testimonio de la persona que fue hallada en el interior de la furgoneta, "a todas luces increíbles", ya que argumentó que pudo entrar solo porque, si bien en la bodega del barco en el que navegaron no había luz y "no veía", la luz del coche entreabierto le sirvió "para ver lo suficiente como para meterse, sacar el equipaje, colocarse en un lado, y, después, ocultarse con el equipaje".

"En pura lógica, de existir una puerta abierta y saliendo luz en la oscuridad, fácil hubiera sido al conductor percatarse de que tenía la puerta abierta", concluía.

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