EUROPA PRESS/JUNTA DE ANDALUCÍA
CÓRDOBA, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía ha incoado el procedimiento para inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (Cgpha), como Bien de Interés Cultural (BIC) y con la tipología de Monumento, a la iglesia de Santiago Apóstol de Iznájar (Córdoba), al pósito (depósito de cereal de carácter municipal) de dicha localidad, así como la delimitación del castillo y muralla urbana y su entorno común.
Según ha informado la Junta, con esta medida de protección se pretende garantizar la correcta visualización y percepción de los bienes patrimoniales en su conjunto, lo que permite el estudio y el análisis del desarrollo histórico de la zona en la que la se ubican los mismos.
Estos inmuebles, que constituyen un conjunto monumental de gran interés histórico artístico, se sitúan en la zona más alta de la población de Iznájar, en un enclave de gran valor paisajístico, de ahí que se insista en una protección, no solo de los bienes inmuebles, sino del entorno en el que éstos se localizan y evitar así cualquier alteración en el paisaje.
El conjunto monumental de Iznájar está integrado por el castillo, que dio nombre a la población, el recinto amurallado, que envuelve todas las edificaciones que se fueron asentando en la cima de la colina, y la iglesia de Santiago Apóstol, del siglo XVI. En la construcción de este inmueble, en el que puede apreciarse la asimilación, tanto del renacimiento pleno como del manierismo, participaron maestros del Arzobispado como Hernán Ruiz II o Francisco Delgado.
Otro de los elementos patrimoniales que entrará a formar parte del Cgpha es el pósito de Iznájar, un edificio histórico de carácter civil de finales del siglo XVIII, el cual albergaba una de las instituciones seculares del mundo rural con mayor raigambre y prestigio de la región andaluza. Este edificio fue rehabilitado a finales de los años ochenta del siglo pasado para ser usado como biblioteca municipal, respetando la planta original y la estructura del edificio.
La muralla urbana, que también quedará protegida con este procedimiento, surge en el entorno del propio castillo, extendiéndose por la parte más elevada del promontorio, envolviendo todas las edificaciones que se fueron asentando en torno a éste y conformando uno de los conjuntos monumentales más singulares de ese momento histórico. En el espacio de intramuros se localizaba la mezquita, los baños y las casas de los nobles. Posteriormente, y debido al aumento de la población de la villa, tuvo lugar una ampliación del recinto amurallado.