Huelva.- Greenpeace critica que el informe del CSN "confirma la negligencia" de la Junta en la vigilancia del CRI-9

Europa Press Andalucía
Actualizado: jueves, 24 enero 2008 18:26

HUELVA 24 Ene. (EUROPA PRESS) -

El responsable de la campaña de energía nuclear de Greenpeace, Carlos Bravo, criticó hoy que el informe emitido por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) con fecha de 14 de enero "confirma la negligencia" de la Junta de Andalucía y de Egmasa en relación a las labores de aislamiento, custodia y vigilancia del material contaminado "radiactivamente" por cesio-137 procedentes del accidente de Acerinox de 1998 y que se enterraron "de forma incontrolada" en el Centro de Recuperación de Inertes (CRI-9), ubicado en las Marismas de Mendaña (Huelva).

En un comunicado de prensa, Bravo subrayó que este informe, titulado 'Situación del Centro de Recuperación de Inertes (CRI-9) de las Marismas de Mendaña. Propuesta de Actuación', "confirma la existencia de fugas de cesio-137 del CRI-9 a un afluente del río Tinto", las cuales ya fueron "descubiertas" por la organización ecologista el pasado 18 de octubre.

Además, reseñó que el informe "también confirma los elevados niveles de radiactividad de cesio-137 presentes en las muestras de agua", tras lo que recordó el informe realizado por el laboratorio francés Criidad que "confirma la gravedad del problema radioactivo generado por la empresa Fertiberia en las Marismas de Huelva, a causa de sus vertidos de fosfoyesos radioactivos" y advierte de los riesgos que implica la presencia de sustancias cancerígenas como el polonio 210, el radón 222 o el radio 226.

"Este informe deja en evidencia la irresponsabilidad de Egmasa y de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en la gestión de este grave problema radiactivo", según prosiguió Bravo, quien estimó que la solución adoptada por el CSN y la Junta de Andalucía "ha demostrado ser un rotundo fracaso".

Por todo ello, el ecologista exigió a la Junta de Andalucía y al Consejo de Seguridad Nuclear la "urgente" retirada del material contaminado por cesio-137 y su traslado "inmediato" al cementerio nuclear de El Cabril.

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