Granada.-Innova.- Investigadores de la UGR proponen las aguas subterráneas como alternativa para el abastecimiento

Actualizado: jueves, 24 agosto 2006 18:53

GRANADA, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -

El catedrático de Geodinámica de la Universidad de Granada (UGR) José Javier Cruz San Julián, consideró hoy que la gestión de los recursos hídricos "debe tender a un uso conjunto de aguas superficiales y subterráneas", con el objetivo, según afirmó, de evitar la sobreexplotación y la contaminación.

Según informó la UGR en una nota de prensa remitida a Europa Press, "en España existe un olvido en torno al tema de las aguas subterráneas, pese a que "constituyen un recurso valiosísimo para resolver problemas de abastecimiento, sobre todo en periodos de sequía".

Entre las múltiples razones que justifican esta actitud social, Cruz destacó que las aguas subterráneas no son visibles y, por tanto, son menos obvias. "Todos sabemos cómo funciona un río, pero las aguas subterráneas son más difíciles de interpretar", aseveró.

Aunque hoy son aguas bien conocidas, la Hidrogeología comenzó a impartirse en la universidad española hace tan sólo algunos decenios, por lo que los responsables de la gestión de los recursos hídricos no han contado en muchos casos con esta formación hasta ahora, indicó la UGR.

En cualquier caso, la sociedad atiende a este recurso, sobre todo cuando asola la sequía. Una situación que responde, según Javier Cruz, al clima mediterráneo, caracterizado principalmente por tener ciclos secos y húmedos muy intensos. Así, las condiciones meteorológicas varían mucho de unos años a otros, e incluso, dentro de un mismo año, de una estación a otra.

Como explicó el investigador, las aguas superficiales responden rápidamente a esta distribución tan irregular de las precipitaciones, de forma que "se puede pasar de un embalse rebosante de agua a todo lo contrario, cuando no hay recarga pluviométrica". Sin embargo, las aguas subterráneas reaccionan de forma más lenta a este fenómeno, por lo que su funcionamiento es muy regular, incluso cuando los recursos superficiales están agotados.

En respuesta a estos problemas, el investigador destacó como una de las estrategias de uso conjunto de los recursos hídricos lo que se conoce como "utilización alternativa", puesto que "es más razonable usar las aguas superficiales en periodos húmedos y las aguas subterráneas en periodos secos, lo cual genera, además, un volumen de roca que puede ser recargado en las siguientes precipitaciones", según señaló.

RENTABILIDAD AGRARIA

En su inmensa mayoría, las captaciones de aguas subterráneas son de iniciativa privada, destinadas principalmente a la agricultura. En España, hay 3,5 millones de hectáreas de regadío, de los que sólo un millón se riega con aguas subterráneas. Esto supone un consumo de 5.000 hectómetros cúbicos al año (hm3/año), frente a los 20.000 (hm3/año) de agua superficial destinados a la superficie restante.

A pesar de esta desproporción, "la productividad en ambos casos es del mismo orden de magnitud", lo que significa que la productividad bruta por metro cúbico es cinco veces mayor cuando se riega con aguas subterráneas, según explicó Cruz. Este valor es similar en Andalucía, donde 600.000 hectáreas son regadas con aguas superficiales y 200.000 hectáreas con aguas subterráneas, con un consumo de 5.000 y 1.000 (hm3/año), respectivamente.

Esta mayor productividad no se debe a una mejor calidad de las aguas subterráneas, sino a la administración de las mismas. "Un agricultor soporta el coste de la captación, mientras que buena parte de las inversiones necesarias para el aprovechamiento de las aguas superficiales es pagado por todos", afirmó el especialista.

Aunque no es fácil poner en marcha un sistema de control riguroso de los caudales de agua utilizados, el investigador aseguró que es una tarea pendiente, en consonancia con el principio de la Unión Europea (UE) de recuperación total de los costes, por el que el usuario debe pagar el agua que utiliza.