Innova.- Catedrático de la Universidad de Columbia defiende que los subsidios a la I+D "no funcionan" para la innovación

Actualizado: jueves, 10 mayo 2007 21:24

Considera que ante las deslocalizaciones "hay que proteger a los trabajadores, no los puestos de trabajo"

SEVILLA, 10 May. (EUROPA PRESS) -

El catedrático de Economía de la Universidad de Columbia Xavier Sala i Martín señaló hoy que, pese a que "da la impresión" de que en Andalucía y España la economía va bien, existen "nubarrones muy oscuros" en un horizonte a diez o veinte años y ante los que la "única solución" posible es la innovación. No obstante, advirtió de que la innovación no se desarrolla a través de subsidios a la I+D, que "no van a funcionar", ni equivale a política industrial.

Sala i Martín pronunció hoy en Sevilla la conferencia 'Competitividad e innovación en el siglo XXI', en el marco de un ciclo de ponencias organizadas por la Confederación de Empresarios de Andalucía sobre la evolución económica y empresarial de la Comunidad.

Entre los problemas de la economía española citó el "tremendo" déficit exterior y el hecho de que su crecimiento se base en el sector turístico y en la construcción, problemas "de muy difícil solución" y ante los que abogó por incrementar la competitividad a través de "ideas productivas". "La única solución es innovar", según remarcó el catedrático, que lamentó que se confunda la innovación con la I+D, de lo que culpó a los políticos.

Así, apuntó que el 71% de las ideas empresariales que acaban siendo implementadas y son productivas no se generan en los departamentos de investigación de las empresas ni en las universidades, sino que proceden de "trabajadores que están al tanto", mientras que otro 21% es fruto de la casualidad y sólo un 8% proceden de la I+D.

Por este motivo, rechazó que la política de innovación se centre en subsidios a la investigación, que "no van a funcionar", ni en la política industrial. "En cada ciudad del planeta hay un parque tecnológico que aspira a ser Silicon Valley II", bromeó Sala, quien mantuvo que las innovaciones no se basan grandes ideas --para lo que puso el ejemplo del "imperio McDonalds"-- y que se dan en todos los sectores económicos.

"La política de innovación tampoco es la Agenda de Lisboa, que comienza con una frase brillante que dice que Europa va a ser la zona más competitiva del mundo en 2010", agregó, antes de ironizar diciendo que esto sólo muestra que "los políticos tienen sentido del humor".

CAMBIO DE MENTALIDAD

A su juicio, la política de innovación "es muy simple y a la vez muy complicada" y radica en tener ideas e implementarlas en la empresa, para lo que consideró necesario que se produzcan diversas reformas. Entre ellas, defendió que el sistema educativo "debe fomentar el espíritu crítico" y que se debe mejorar la universidad, así como "cambiar la mentalidad de la gente".

Lamentó que "la juventud no sea capaz de asumir riesgos" y comparó la mentalidad norteamericana, donde la mayoría de los estudiantes de Economía y Empresa quieren ser emprendedores, con la española, donde "un 50% quiere trabajar para el Gobierno y el otro 50% para La Caixa". En esta materia, aludió a la responsabilidad de los empresarios y señaló que en Estados Unidos están considerados como "héroes".

Asimismo, dijo "ver con preocupación el neonacionalismo económico", en referencia a la respuesta del Gobierno hacia la OPA de EON sobre Endesa, y advirtió de que "con una actitud provinciana no se va a ningún sitio".

"No hay que dirigir la economía ni hacia la derecha ni hacia la izquierda, ni hacia la tecnología ni hacia la construcción, hay que crear un entorno en el que cualquier idea pueda ser implementada con facilidad", señaló el catedrático de Economía, que abogó por la flexibilidad, además de en el mercado de bienes, en el mercado laboral.

En relación con el fenómeno de las deslocalizaciones, sostuvo que "hay que proteger a los trabajadores, no los puestos de trabajo", con lo que rechazó que "se impida a través de subsidios, que los puestos de trabajo se vayan".

Asimismo, recurriendo a símiles futbolísticos, defendió la meritocracia porque "quien más vale tiene que cobrar más", al tiempo que advirtió de la discriminación de la mujer, con la que se produce un "desperdicio de la mitad del talento del país".

"Los problemas son a diez, quince o 20 años y requieren reformas mentales, de gobiernos, de regulación", concluyó Sala i Martín, que apuntó que "el problema lamentable es que vamos bien y la gente cambia poco a poco", lo que sería distinto si se produjese "una crisis catastrófica", en cuyo caso se produciría a su juicio una reacción más rápida.