Innova.- Experto aboga por un sistema regional de innovación similar al modelo finlandés frente a la crisis en Andalucía

Actualizado: martes, 17 marzo 2009 16:37

SEVILLA, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -

El profesor Juan Martínez Barea, director de la 'Cátedra Sánchez-Ramade de Iniciativa+Innovación' del Instituto Internacional San Telmo abogó por un nuevo sistema educativo, de 'triple hélice', en el que "las familias, el entorno socio-cultural y las escuelas jueguen su papel", unido a la creación de un sistema regional de innovación de primer nivel, siguiendo el modelo puesto en marcha en Finlandia, para salir de la crisis en Andalucía.

Martínez Barea presentó hoy en el club Antares de Sevilla su trabajo de investigación sobre 'Finlandia: Cómo superar una crisis económica y convertirse en el país más competitivo del mundo', donde propuso nuevas vías de acción para salir de la crisis en Andalucía.

Según informó la Fundación Antares en una nota, este profesor analizó en su estudio cómo este país "que en 1990 estaba sumido en una profunda crisis pudo, en sólo 10 años, convertirse en el país más competitivo del mundo", con el objetivo de extraer todas las lecciones que puedan ser aplicables a Andalucía "y así ayudar a nuestra región a salir de la actual situación de crisis económica".

De esta forma, Martínez Barea reconoció que los factores externos que rodearon a Finlandia en su día no se van a dar en Andalucía pero sí consideró que hay una serie de factores que Andalucía ha heredado y debe aprovecharlos como "su pertenencia a un país estable y moderno como España; su pertenencia y su estatus de región desfavorecida de la UE; su situación geográfica, como región fronteriza entre Europa y África; sus lazos históricos con América; la existencia de una gran masa de población joven; una buena climatología; o el fuerte desarrollo del sector turístico y el sector agroalimentario".

En ese sentido, Juan Martínez Barea basa su análisis en la creación de una "pirámide de la prosperidad", presentada con tres niveles que corresponden a tres esferas diferentes, en concreto empresarial, innovación y educación.

A su juicio, muchas regiones del mundo "dirigen sus esfuerzos al sistema empresarial y otras sistema de innovación pero todos estos esfuerzos pueden ser infructuosos a menos que se ataque directamente a la base de la pirámide, al sistema educativo, por lo que, a aquellas regiones del mundo que inviertan masivamente en innovación o en la creación del sistema de innovación habría que darles el consejo de que primero es la educación, luego todo lo demás".

En su exposición planteó un sistema educativo de "triple hélice", en el que "las familias, el entorno socio-cultural y las escuelas jueguen su papel y se complementen para ofrecer la mejor de las educaciones". Así, consideró que debe fomentarse en los niños los valores del esfuerzo, del trabajo, el futuro y la tecnología. Además apuntó que debe trabajarse por establecer en las escuelas y progresivamente en toda la sociedad "una verdadera meritocracia, donde el mérito encuentre su recompensa".

Agregó que el segundo pilar de la creación de su pirámide de la prosperidad es la creación de un sistema regional de innovación, siguiendo el modelo finlandés, en el que "se crea un entorno regulador innovador y abierto, que fomente la innovación de las empresas, y no las limite en su desarrollo; se realice una planificación estratégica profesional y visionaria; y se ponga en marcha los planes con una ejecución profesional, para transformar planes visionarios en acción y resultados".

Asimismo, abogó por "hacer una apuesta decidida y de Estado de los sucesivos gobiernos por la innovación y el I+D; crear un sistema público de apoyo a la innovación de primer nivel mundial; crear un conjunto de agencias públicas de apoyo a la innovación profesional, independiente y de primer nivel, gestionadas como empresas privadas, y con altos cargos; por una política industrial basada en los 'clusters' de empresas, que permita la creación de clusters industriales en los principales sectores de la región; y por impulsar el capital riesgo y las incubadoras de empresas tecnológicas".

PAPEL "CRÍTICO" DE LAS EMPRESAS

En ese sentido, consideró que el sector público crea las condiciones para que se produzca la innovación, pero apuntó que "los actores críticos en este proceso son las empresas", tras lo que precisó que el papel del sistema nacional de innovación de Finlandia en crear un entorno amigable para la innovación ha sido crítico en el desarrollo del país "pero las empresas finlandesas han sido, en definitiva, las que han tenido un protagonismo directo en el desarrollo de la innovación, la competitividad y la prosperidad del país".

En su opinión, este papel crítico de las empresas finlandesas "arroja luz sobre el camino a seguir por Andalucía para avanzar en la construcción de su pirámide de la prosperidad", de forma que, para Martínez Barea, La fuente principal de crecimiento económico a largo plazo "es el aumento de la productividad de las empresas y todo crecimiento económico sin crecimiento de la productividad tiene 'las patas muy cortas' y es un crecimiento no sostenible en el tiempo".

Por ello, insistió en que tanto el Gobierno como las empresas deben hacer una apuesta "clara y decidida" por el aumento continuo de la productividad, para lo cual, según agregó, las administraciones públicas tienen dos herramientas, como son la política educativa y la política tecnológica.

En ese sentido, incidió en que el Gobierno "debe invertir en la educación de sus ciudadanos y debe hacerlo en la formación de sus trabajadores, directivos y empresarios", ya que la inversión en educación "tiene resultados a largo plazo y es absolutamente necesaria, pero la inversión en formación de trabajadores, directivos y empresarios puede arrojar resultados a corto y medio plazo y es una palanca de acción decisiva para mejorar la competitividad de las empresas de la región".