SEVILLA 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
El investigador de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) José Herrador Sánchez ha patentado un dispositivo antivuelco destinado a porterías y otros equipamientos deportivos, caracterizado por ser un medio de fijación no permanente al suelo o superficie del recinto que, además, permite un margen de movimiento de la estructura, con la intención de reducir la intensidad del impacto en caso de choque accidental.
En una nota, Andalucía Innova indicó que este sistema surge como respuesta a los accidentes provocados por la "mala instalación y el uso inadecuado" del equipamiento deportivo, los cuales pueden derivar en lesiones graves ocasionadas, especialmente, por el vuelco de porterías o postes de voleibol, entre otros.
Según el investigador, "el motivo principal de esta caída se debe a actitudes irracionales por parte, casi siempre, de niños, tales como colgarse y realizar balanceos en el larguero de una portería o en una canasta; aunque también se producen vuelcos accidentales de soportes por no disponer de un eficaz contrapeso".
En concreto, el dispositivo antivuelco consta de dos ventosas que se adhieren a la superficie o pavimento y soportan un máximo de 50 kilos cada una gracias al vacío que se produce al manipular las palancas con las que está dotado el sistema. Por otra parte, el cuerpo central hace la función de abrazadera del soporte del equipamiento deportivo.
Además, en mitad del brazo que une las dos ventosas, se sitúa un tornillo, que se ajusta a la base o travesaño de la portería, canasta o poste de voleibol, ya que la altura de esta estructura puede variar según los diferentes modelos del fabricante y que existen en el mercado.
ANCLAJE MÓVIL
Asimismo, el sistema consta de un sistema de anclaje móvil que permite el desplazamiento del material para poder disponer del espacio de estas instalaciones deportivas o pabellones cubiertos para la celebración de otros eventos, tales como espectáculos musicales, exhibiciones u otro tipo de deportes.
Añadió que los beneficios de la propuesta apuntan a que, al tratarse de un sistema de anclaje que no es fijo, no requiere de obras (agujeros para postes telescópicos, atornillado) ni la utilización de contrapesos, ya sean de cemento o acero.
"Con la eliminación de los contrapesos no sólo se resta un elemento que dificulta la movilidad, sino que "se quitan objetos contundentes, cercanos a las zonas de juego y que presentan, a veces, partes cortantes y oxidadas", explicó Herrador, quien recordó que el bajo coste de los materiales y el fácil mantenimiento del sistema.