CÓRDOBA 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de investigación de la Universidad de Córdoba (UCO), dirigido por José López Miranda, ha realizado un perfil genético sobre muestras a 80 personas para ver qué diferencias existen entre ellas a la hora de desarrollar el síndrome metabólico, y qué relación guarda con la ingesta de grasas.
En una nota, Andalucía Innova indicó que los investigadores cordobeses consideran que existe una predisposición genética a la que, si se le suma una dieta "inadecuada", puede desencadenar esta enfermedad, "un estado patológico que actualmente padecen entre el 30 y el 40 por ciento de la población española mayor de 50 años" y que se caracteriza por el desencadenamiento de enfermedades cardiovasculares, diabetes o hipertensión, entre otras patologías.
"Los investigadores han constatado que ingerir una dieta rica en aceite de oliva ayuda a prevenir el síndrome metabólico", añadió. Así, para el grupo del doctor López Miranda, la dieta mediterránea previene la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Este proyecto de excelencia, bajo el título 'Nutrigenómica de la respuesta inflamatoria postprandial tras la ingesta de aceite de oliva virgen' y financiado por la Consejería de Innovación Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía con 234.000 Euros, pretende estudiar cómo la genética de cada persona puede ser "clave" en la predisposición a padecer el síndrome metabólico y cómo en función de la dieta se puede potenciar o no esta enfermedad.
Para desvelar las claves, el equipo de investigadores se introduce en el ámbito de la nutrigenómica, disciplina científica que estudia la expresión de los genes en relación con la nutrición y el desarrollo de enfermedades asociadas. Para ello, genotiparon a 80 personas para ver cuáles son potencialmente susceptibles a desarrollar este síndrome cuando consumen grasas saturadas y demostrar cómo existe una predisposición genética en cada individuo a la que, si se le suma una dieta inadecuada, puede desencadenar o acuciar el síndrome metabólico.
La investigación se centra en analizar cómo modular la respuesta del organismo después de las comidas a través de una dieta saludable, par lo que utilizaron un sistema láser de gran precisión, con el que estudiaron el flujo arterial en 80 pacientes con este síndrome y observaron cómo mejoraba la vasodilatación de sus arterias dependiendo del modelo de alimentación y "la cascada de factores de riesgo que conforman el síndrome metabólico".
Finalmente, estos científicos afirmaron que con una dieta mediterránea, rica en aceite de oliva, se consigue mejorar las alteraciones inflamatorias que se producen en el organismo después de las comidas, "lo cual repercute sobre las arterias y, por tanto, en la mejoría o posibilidad de desarrollar un síndrome metabólico".