JAÉN 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de científicos del grupo de investigación de Biología Molecular y Fisiopatologías Cardiacas de la Universidad de Jaén (UJA), dirigidos por Diego Franco Jaime, están realizando un análisis sobre la forma en la que interviene el gen 'Pitx2' en el desarrollo del corazón con el objetivo de procurar soluciones de regeneración de los tejidos de este órgano infartado.
En una nota, Andalucía Innova indicó que este estudio está integrado en el trabajo conjunto del consorcio 'Heart Failure and Cardiac Repair' (financiado por el VI Programa Marco de I+D de la Unión Europea), formado por otros 27 equipos de ocho países europeos y la empresa sueca Cellartis, dedicada a la aplicación terapéutica de células madre.
Los investigadores jiennenses trabajan con embriones de ratones con el objetivo de conocer exactamente la forma en la que se desarrolla el corazón desde sus inicios. Para ello, analizan este gen y lo van modificando para conocer las características concretas de este gen en el desarrollo cardiovascular.
"Los resultados de esta investigación demuestran que este gen es necesario para el correcto funcionamiento del corazón, ya que ante la falta del 'Pitx2' en las cámaras cardiacas, el órgano se forma de manera normal, pero los ventrículos se engruesan y las aurículas se dilatan", señaló el investigador principal, quien recordó que dicha dilatación conlleva problemas electrofisiológicos.
Explicó que esta situación se asocia con una patología humana común que, la fibrilación atrial, padecida por entre el 20 y el 40 por ciento de las personas mayores y que supone la contracción de la aurícula a un ritmo excesivo.
El proyecto, que comenzó en el año 2006 y finalizará este año, se encargó durante los dos primeros años de preparar los animales y, a continuación, "se puso el sistema a punto para funcionar".
"En los últimos dos años se ha conseguido estudiar muy bien la morfología, el análisis, la biología molecular y las alteraciones a nivel genético del corazón", expuso el biólogo, quien añadió que estos datos serán de "gran utilidad".
Mencionó que, si una persona con 30 años sufre este tipo de enfermedad, se secuenciará su ADN y se verificará si en esa zona "hay algo que esté funcionando mal". "Si lo encontramos, se puede ver la alteración y en qué gen ha estado el problema, previendo su desarrollo en los descendientes del afectado", subrayó.
Además, el grupo de investigadores esperan diseñar estrategias terapéuticas para que el próximo paciente que tenga el mismo problema, se pueda diagnosticar sin necesidad de repetir todo el proceso.