El Ayuntamiento de Málaga considera que el balance de la gestión contra el picudo rojo "es positivo"

Picudo Rojo
EUROPA PRESS/RENTOKIL
Actualizado: miércoles, 26 marzo 2014 17:14

Este insecto provoca, según el Consistorio de la capital, la pérdida de 40.000 ejemplares en tres años en la Comunidad Valenciana

MÁLAGA, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -

La presencia del picudo rojo en Málaga ha obligado a talar en los últimos cinco años un total de 487 palmeras tipo phoenix datilera y canariense, situadas en jardines privados y 112 en jardines públicos, sobre un total de población de 5.000 árboles de este tipo existente en la ciudad, lo que supone, para el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de la capital, Raúl Jiménez, "que se pueda hacer un balance positivo de la gestión realizada para el control de esta plaga".

Así lo ha expuesto este miércoles en un comunicado Jiménez, quien ha detallado que esta gestión ha tenido "especialmente éxito" en los ejemplares del lote 2 de mantenimiento de Parques y Jardines, que cuenta con 1.085 palmeras situadas en emplazamientos tan importantes como la Alameda de Colón, la plaza de La Marina o Ciudad Jardín, "donde no se ha producido ninguna pérdida de palmera por el picudo en 2013 y sólo una en 2012".

Jiménez ha señalado que desde que este insecto llegó a España, en una partida de palmeras recibida en 1995 por el Ayuntamiento de Almuñécar (Granada), "se ha producido una transformación muy importante de la fisionomía del paisaje tanto en el Sur como en el Levante".

Según los datos de los que dispone el Servicio de Parques y Jardines de Medio Ambiente, en la Comunidad Valenciana han muerto más de 40.000 palmeras en los últimos tres años, a razón de 15.000 ejemplares al año.

Asimismo, desde que se detectó la plaga en 2005 en el palmeral de Elche (Alicante), se han perdido entre ejemplares públicos y privados más de 500.000 ejemplares. Mientras, en Cataluña se ha contabilizado la pérdida de 6.000 palmeras desde 2006 hasta el 2011, mientras que en Baleares la plaga ha acabado con 30.000.

En este sentido, en Andalucía, en ciudades como Sevilla se ha perdido más de la mitad de las palmeras privadas y públicas y, actualmente, más de medio centenar de ejemplares se encuentran en un estado "irrecuperable" en los distintos jardines de la capital hispalense, como en los de María Luisa.

El concejal del ramo ha detallado, además, que en el Puerto de Santa María (Cádiz), se perdió "de forma completa" la alineación de palmeras de su avenida principal y actualmente hay más de 50 palmeras que requieren tala.

Según el concejal de Medio Ambiente, estas comparaciones "permiten comprender la gravedad y dificultad de este problema, que incluso en algunas ciudades ha llevado a renunciar completamente a la erradicación".

"Éste no es el caso de Málaga, en donde el Ayuntamiento lleva luchando desde 2006 en solitario, empleando técnicas que en la mayor parte de las ciudades no se aplican", ha puntualizado Jiménez, quien ha destacado que estas técnicas, que comenzaron a emplearse en Málaga en septiembre de 2013, "se activaron después de que el protocolo establecido por la Junta de Andalucía a partir de 2006 diera resultados claramente insuficientes".

Por tanto, ha lamentado las críticas vertidas por el grupo de IU en el Consistorio malagueño, ya que, con estas manifestaciones, la coalición de izquierdas "lo que hace es tapar la ineficacia de su actuación como socio de Gobierno de la Junta de Andalucía, que es la responsable de combatir la presencia de plagas y ha dejado que el picudo se extienda sin ayudar a los municipios en su erradicación".

Asimismo, el edil ha destacado que los métodos incorporados por el Ayuntamiento a la lucha contra el picudo rojo desde el pasado mes de septiembre --audiómetros y perros adiestrados--, "superan sustancialmente los protocolos seguidos por otras ciudades y comunidades autónomas".

También, ha considerado, permiten la detección "precoz" de su presencia en una palmera, y combatirla posteriormente mediante métodos como el uso de un tipo de hongo --nemátodo-- que mata al insecto, además de la realización de tratamientos químicos cada 30 días.

Jiménez ha recordado que "el trampeo permite conocer mediante el estudio de sus resultados, la procedencia de la plaga y la curva de vuelo de los ejemplares, que revelan detalles sobre su avance geográfico".